Crimen de Noelia: “Tiene que haber sido un conocido”, dijo el padre
El cuerpo de la adolescente de 16 años apareció en una calle cerrada de Ezpeleta. La autopsia determinó que murió de un golpe en la cabeza. El domingo la vieron por última vez, acompañada de un joven. Cuando la madre quiso hacer la denuncia, le dijeron que tenía que esperar al menos 24 horas. La Justicia identificó a dos jóvenes, pero no están imputados.
El hermano y el padre de la adolescente asesinada.
Fotos: Leo Vaca.
En pleno velorio, Martín Akrap, uno de los hermanos de Noelia, la adolescente asesinada en Ezpeleta, encaró a Jonathan, de 26 años, novio de su hermana.
—Si tenés los huevos bien puestos vení y decime qué pasó –le dijo.
“Él se tiró al piso, se puso a llorar. Dijo que el sábado a la noche la dejó a ella en la casa y se fue”, contó Martín a Infojus Noticias. La joven había salido a comprar cigarrillos la madrugada del domingo. Un rato después, una vecina la vio caminando con un hombre de entre 25 y 35 años. Además de Jonathan, la Justicia identificó a un muchacho de unos 30 años. “La causa está caratulada como homicidio. No significa que no pueda cambiar. Hasta que no haya resultados de las actuaciones que se hicieron hasta ahora, no se tomarán nuevas medidas”, explicó una fuente judicial.
“Tiene que haber sido un conocido”, dijo Néstor, el padre de Noelia, en la entrada del cementerio Parque Municipal de Berazategui después del entierro de la joven. Los investigadores siguen esa pista. La vecina que la vio la madrugada del domingo “dijo que parecía que ella no estaba siendo forzada”, contó a Infojus Noticias el jefe de la Policía Departamental de Quilmes, Fernando Grasso. Por eso apuntan a los dos hombres que tenían vínculo con Noelia: Jonathan y el muchacho de 30 años. “Todavía no se les tomó declaración indagatoria aunque ya están identificados”, explicó Grasso.
Una pista clave es el celular que la joven llevaba encima, que no apareció en la escena del crimen. Antes de salir, la madrugada del domingo, la joven estuvo un rato mandándose mensajes con una persona.
—Me voy a comprar puchos y vuelvo— le dijo a su madre.
Y no se supo más nada de ella.
"Mi mamá fue a hacer la denuncia, pero no se la tomaron porque le dijeron que tenían que pasar 24 horas, así que empezó a su manera a buscarla", contó el hermano de la adolescente. Este patrón se repite en otros casos de desapariciones. Se trata de un uso y abuso policial: no existe ninguna norma que exija el transcurso del tiempo para poder empezar a trabajar en la pesquisa. Los familiares pueden denunciar estos casos, también, en la fiscalía de turno.
La causa recayó en la Unidad Fiscal de Investigaciones Judiciales N°6 de Quilmes, a cargo de Sebastián Videla. La autopsia ordenada por la justicia confirmó que la joven murió por un golpe en la nuca al menos doce horas antes del hallazgo. “El cuerpo no presentaba signos de abuso sexual”, explicó el comisario.
La escena del crimen
La calle Tupungato, entre Avenida Mitre y Río Negro, se convierte en un descampado. Una calle cerrada al paso de autos que separa dos fábricas. Muros graffiteados, pastizales de un metro de alto, cajas de vino, botellas rotas y bolsas. Ahí, el domingo cerca de las 18, un grupo de adolescentes encontró el cuerpo de Noelia. Estaba semiescondido debajo de un cartón y un neumático.
“Nos dio la impresión de que peleó. Tenía la ropa rota y sangre en las manos”, contó Javier, uno de los jóvenes que encontró el cuerpo, al canal C5N. Explicó que la policía entrevistó a uno de los serenos de las fábricas, que dijo que la madrugada del domingo vio en el lugar a dos personas sentadas, “como hablando”.
En la puerta de chapa blanca, detrás de una reja, hay tres rosas rojas. En esa casa pequeña frente a la vía -calle 138, en Berazategui- vivía Noelia con su madre y dos hermanos. “Apenas entrabas está la cucheta: ella dormía arriba y su hermanito abajo. Una cortina separaba la habitación de la madre”, contó Evelyn, amiga de la joven desde la infancia. Cursaron juntas la primaria en la Escuela 21, a pocas cuadras de ahí. Después, Noelia empezó la secundaria en otro colegio, donde cursó hasta tercer año.
Noelia tenía pocos amigos en el barrio. “Se juntaba con unos pibes más grandes en la plaza Ducilo, en Mitre y calle 7”, contó Evelyn. “Hace una semana nos vimos por última vez. Nos cruzamos en el centro. Ella estaba con su novio, pero no lo alcancé a ver, yo no lo conocía”, contó la joven. “Ella estaba mal, me contó que un amigo de su novio había muerto en un accidente en la ruta. Unos días después hablamos por Facebook y la vi mejor”, agregó.
“Mañana tempranito al cementerio con mi hermanita a visitar a mi hermano x el cumple y amigo femo como se te extraña lpm”, escribió Noelia en su Facebook el día de su muerte.
"No hay que esperar": dónde llamar cuando un menor se pierde
Para los casos de menores perdidos, como Noelia, durante las 24 horas, funciona el teléfono 142, línea gratuita desde cualquier compañía o 0800-122-2442, que depende del Registro Nacional de Información de Personas Menores Extraviadas, que trabaja bajo la órbita de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
El registro hizo una campaña de difusión para dar a conocer esta información. "La policía y las fiscalías tienen la obligación de recibir las denuncias de manera inmediata: ¡No hay que esperar! En caso de que no quieran tomarte la denuncia comunicate con nuestras líneas gratuitas", dice el volante que distribuye el Registro. Además de los familiares directos, las denuncias por menores perdidos las pueden hacer los responsables de las instituciones a las que el niño o niña concurre.
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