Crimen del subcomisario: tiempo de alegatos
Los alegatos en el juicio por el crimen del abogado Juan Carlos Klodczyk, asesinado a balazos en una salidera bancaria cometida en 2011, sucedarán este lunes en los tribunales de Lomas de Zamora. En primer turno, hablará la fiscal y luego los defensores de los acusados.
Los alegatos en el juicio por el crimen del subcomisario y abogado Juan Carlos Klodczyk, asesinado a balazos en una salidera bancaria cometida en 2011, en el partido bonaerense de Lanús, se llevarán a cabo este lunes en los tribunales de Lomas de Zamora. La audiencia comenzará a las 9, ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de dicho departamento judicial, situado en Larroque y Camino Negro, en el sur del conurbano.
Fuentes judiciales informaron a Télam que la primera en realizar su alegato será la fiscal Marcela Dimundo, seguida por los abogados del particular damnificado y, por último, los defensores de los acusados Daniel Alejandro Vicente (35) y Adrián Silvio Vicente (29).
El debate oral comenzó la semana pasada y está a cargo de los jueces Silvia González, Ethel Bielajew y José Luis Arabito. Jorge Esquivel, uno de los abogados del particular damnificado, dijo a Télam que en la primera audiencia uncomerciante que conocía a los hermanos Vicente reconoció al menor de ellos en una de las imágenes captadas por las cámaras del banco al que el subcomisario había ido a acompañar a su tía para retirar dinero poco antes de ser asesinado.
El letrado indicó que a instancias del tribunal, este testigo también señaló a los dos Vicente en la sala de audiencias. Luego, declaró el director de seguridad del banco que ubicó a Adrián Vicente dentro de la entidad el día del hecho junto a Hernán Ramírez, el acusado de haber sido el tercer partícipe del crimen pero que murió mientras estaba prófugo en un enfrentamiento con la Policía, en abril de 2013.
De acuerdo a Esquivel, este testigo vinculó a Vicente con otros cinco casos de salideras bancarias anteriores al cometido contra el subcomisario. En otra audiencia del debate declaró personal policial de la Dirección de Tecnología Telefónica en Función Judicial de la Policía bonaerense que se encargó se realizar el análisis de los teléfonos de los acusados y de Ramírez.
El abogado Esquivel señaló que los efectivos contaron cómo entrecruzaron 30 mil llamadas hasta localizar las tres antenas de los imputados tanto en la zona del banco como en la escena del crimen y el recorrido que realizaron entre un lugar y otro, y en la posterior fuga. Por su parte, los dos acusados llegaron al juicio detenidos y procesados por los delitos de "robo agravado por su comisión con arma, en poblado y en banda y por resultar la muerte de la víctima".
Según las fuentes, al menor de los hermanos se lo acusa de haber "marcado" al subcomisario en el interior del banco y al otro haber disparado contra él. El hecho ventilado en el debate ocurrió el 12 de diciembre de 2011, cerca de las 12.30, cuando el subcomisario acompañó al banco a su tía Alicia, viuda del ex jefe de la Policía Bonaerense, Pedro Anastasio Klodczyk, muerto en 2000 tras una enfermedad terminal.
La mujer retiró 12.000 pesos de su pensión y desde ella y su sobrino fueron a almorzar a la parrilla "Diógenes". Luego de estacionar el auto, ambos descendieron y caminaron hacia el local, situado en Esquiú y avenida Perón de Lanús, donde tres hombres armados interceptaron al policía (que estaba de civil) tras descender de un Chevrolet Meriva y una moto.
Mientras la tía, que llevaba el dinero, salió corriendo rumbo a la parrilla, el efectivo se resistió al robo al dar la voz de alto, y los delincuentes, al verse sorprendidos, le dispararon en la cabeza, espalda y brazo y luego lo remataron en el piso. Finalmente, los ladrones escaparon sin robar nada a bordo de la moto, conducida por un cómplice y, en el auto, y durante la fuga uno de los delincuentes gritaba: "Lo pusimos...lo pusimos!, mientras todos reían a carcajadas, según declaró uno de los testigos del debate.
Al momento de su muerte, la víctima prestaba servicios en la comisaría séptima de Villa Industriales, en Lanús, y si bien en un principio se creyó que su asesinato podría haber estado relacionado con su trabajo o el de su tío, luego se descartó.
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