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Infojus Noticias

28-7-2013|11:05|Trata Nacionales
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Se estrena la segunda película sobre trata de personas

Cuando la trata llega al cine

“La Guayaba” aborda la trata de personas con fines de explotación sexual situándose en Misiones, una de las provincias con más secuestros de mujeres del país. Con un lenguaje directo cuenta la historia de Florencia, una joven de 17 años esclavizada en un prostíbulo rutero. “Si logramos ayudar, entonces tendrá sentido lo que hicimos”, dice el director.

  • Nadia Giménez interpretando a Florencia, una víctima de la trata.
Por: Ulises Rodríguez

Aprovechando que su hermana mayor y su padre duermen, Florencia (17) y su hermanito comen una guayaba sentados en un tronco. Se miran y se ríen, le ponen nombre a las estrellas y sueñan con tener una bicicleta con bocina. Esta escena tierna sucede en una casa humilde de las afueras de Puerto Iguazú, Misiones, en el seno de una familia sin la figura materna donde el diálogo es tan escaso como el plato de comida de cada día. No se imaginaba Florencia que poco tiempo después será obligada a prostituirse en un burdel de la ruta 14.

“La Guayaba” cuenta la historia de Florencia (interpretada por Nadia Giménez) y es la segunda película argentina de la historia en abordar la trata de personas.

Una vez por semana Florencia viaja a un pueblo cercano para trabajar como empleada doméstica en un hotel. Allí conoce a una mujer (Gabriela Licht) que le hace regalos y le propone ir a otra ciudad, donde le dice que vivirá en una casa de familia, le pagarán un buen sueldo y le darán cama y comida. “Son sólo unos meses, vas a ahorrar mucho dinero, tu papá se va a poner muy contento”, le promete y ella la mira ilusionada.

Pensando en ayudar a su familia y en la añorada bicicleta de su hermanito Florencia arma una mochila y sin decirle nada a su padre acepta la propuesta. En el viaje en auto hacia su “nuevo trabajo”, la mujer que antes había sido amable y dulce le da órdenes y hasta la cachetea cuando ella le pide, por segunda vez, ir al baño.

El lugar al que llegan es una casa bordó en medio de la ruta 14 donde la joven es entregada a Raúl (Raúl Calandra), el Oso (Lorenzo Quinteros) y Bárbara (Bárbara Peters). Florencia no tiene idea de donde ni por qué está en ese lugar hasta que la encierran en una oscura habitación con una cama y una mesa de luz.

El primero en abusar de ella es Raúl que la amenaza con matar a su hermanito si no hace lo que le dice. A partir de ese momento comenzará un calvario para Florencia que descubre que otras tres chicas están encerradas en esa casa y son obligadas a tener sexo con los hombres que asisten por las noches.

Es en ese momento donde el nombre de Marita Verón viene a la mente de los espectadores. Quizás por ser el caso del que más se ha escuchado hablar en los últimos años, quizás porque en algún punto todos tienen similitudes: una mujer que actúa de mediadora ganándose la confianza de las jóvenes, violaciones, maltratos físicos, mentales y encierro.

“Cuando empecé con el guión de ‘La Guayaba’, en el 2007, poco se sabía de Marita Verón pero en Misiones, donde vivía en aquel momento, era un tema del que se hablaba cada vez más porque los casos eran moneda corriente”, dijo Maximiliano González, director de la película, a Infojus Noticias.

En 2007 la provincia del Litoral había sido declarada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) como el área principal de reclutamiento de mujeres en el país para la explotación sexual. De acuerdo al relevamiento de causas realizado por la Procuraduría contra la trata, junto con el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP), que tomó como muestra las causas existentes desde la sanción de la ley de trata hasta 2011 las principales zonas de explotación serían Buenos Aires y Misiones.

Antes que “La Guayaba”, el tema de la trata de personas con fines de explotación sexual fue abordado por “La mosca y la ceniza” (2010), de Gabriela David, que tiene como escenario principal a la ciudad de Buenos Aires.

El cine que nos mira

“La Guayaba” es el segundo largometraje de Maximiliano González, que tuvo su estreno en el Festival Internacional de Cortometrajes de Oberá y el 8 de agosto se presentará en Buenos Aires, en el 15º Festival de Cine de Derechos Humanos.

El primer paso del director para filmar la película fue reunirse con asociaciones de su provincia que trabajan con chicas víctimas de la trata. De esa manera fue armando el rompecabezas que tenía en su mente.

“Sabía que tenía que contar situaciones crudas y exponerlo de la manera más cruel, pero quería evitar escenas que me corrieran del eje”, dijo González.

En la película no fue necesario mostrar sexo explícito porque hay momentos duros cuando las chicas son drogadas, hambreadas y bañadas con agua fría. El director está convencido de que es un film con un esquema sencillo para que el mensaje contra la trata llegue al público.

El papel más importante de la película está a cargo de Nadia Giménez, quién ya había filmado “María”, un cortometraje sobre la trata dirigido por Mónica Lairana. También había trabajado en la miniserie de la TV Publica "Los chicos del puente". La actriz de 23 años criada en La Matanza logra convencer al público de ser una joven misionera y hace estremecer a los espectadores cada vez que es abusada y llora abrazada a la almohada.

“El cuidado de mis compañeros y del director a la hora de enfrentarme a estas escenas crudas de la película fue fundamental”, le contó Nadia a Infojus Noticias. La actriz demuestra tener un encanto especial con la cámara, sobre todo en los primeros planos.

Nadia define a Florencia como “una persona vacía internamente y desmoralizada que llega un momento en que no tiene lágrimas por todo el dolor padecido” y eso se refleja en su mirada perdida durante gran parte del film.

Un accidente de tránsito frente a las puertas del prostíbulo cambiará la historia de la protagonista. La aparición de la actriz Marilú Marini se mete con la militancia de los ’70 y el oscuro pasado del Oso, uno de los capos del lugar.

Está previsto que “La Guayaba” se estrene en salas comerciales a fines de octubre. La primera copia de la película le fue entregada a la Fundación María de los Ángeles.

“Una vez que la vieron decidieron auspiciarla, para nosotros eso es muy valioso. Ahora deseamos que el INCAA la califique apta para 14 años así la pueden ver la mayor cantidad de chicos y chicas para que generar conciencia. Si logramos ayudar entonces tendrá sentido lo que hicimos”, dijo Maximiliano González.
 

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