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El ex presidente Fernando De la Rúa declaró ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 4, y defendió la gestión de su ministro de Economía, Domingo Cavallo. "Siempre actuó de una manera irreprochable", sostuvo. Y agregó que "ha sufrido una persecución a través de la justicia, y yo tengo experiencia en eso". Además, afirmó que "había que sostener la convertibilidad" y dijo que “el Megacanje no era una urgencia, era una necesidad”.

Los jueces Néstor Costabel, Enrique Pose y Patricia Mallo escucharon los testimonios del ex presidente y de los ex secretarios de finanzas Daniel Marx y Guillermo Nielsen. El testimonio de Nielsen fue ofrecido por la fiscal Fabiana León, para conocer en qué condiciones económicas y financieras se llegó al 2005. En ese entonces, el ex secretario coordinó el primero de los canjes de la reestructuración de la deuda soberana. A Marx lo citaron ambas partes, y a De la Rúa lo pidió la defensa.

El ex presidente fue indagado en la instrucción de la causa, pero luego se le dictó la falta de mérito. Esa circunstancia le impedía prestar declaración testimonial hoy, porque existía la posibilidad de que se autoincriminara bajo juramento, pero el tribunal se apoyó en una interpretación análoga del Código Procesal Penal, y lo dispensó del juramento.Al comenzar, afirmó que “con Menem la deuda había aumentado mucho” y consideró que “es como una gran bola de nieve que viene desde los militares”.

De la Rúa repasó la salida de José Luis Machinea y el paso de Ricardo López Murphy por la cartera de Economía, previo a la llegada de Cavallo. Defendió el Blindaje, y explicó que “Ese dinero nunca ingresó, sino que estaba dispuesto para pagar deuda”. Recordó que no se pudo llegar a cumplir con las metas que el Fondo Monetario Internacional impuso para el 2000, y por eso Machinea decidió renunciar. El ex presidente destacó que “no era un vencimiento importante, nos habíamos atrasado sólo en 842 millones de dólares”.

Relató que luego de la salida de López Murphy, los demás funcionarios “pedían por Cavallo”. Explicó que “él tenía mucha experiencia después de lo del Tequila, y era el creador de la convertibilidad”. Se refirió así a la crisis del Tequila, y a la medida que Cavallo impulsó buscando estabilizar variables monetarias. “Es un disparate acusar al Dr. Cavallo por negociaciones incompatibles con la función pública por convocar a los bancos”, exclamó. Y resumió que “su función era convocar a la mayor cantidad de bancos posible, eso es lo que permite que la operación sea exitosa”.

Una transacción de alto riesgo

Guillermo Nielsen explicó que en 2005, con la realización de un nuevo canje, se excluyó a los bancos que “tenían muy mala prensa en Argentina”, porque el costo político sería muy alto si se contrataban “bancos que habían estado muy comprometidos con la crisis de 2001”. Contó que cuando pidió el expediente del Megacanje para analizar las actuaciones, le acercaron “una carpetita, con muy pocas páginas”, aunque luego el presidente del tribunal exhibió el expediente de nueve cuerpos que se extrajo del Ministerio de Economía.

Nielsen aportó un informe del Fondo Monetario Internacional en el que se evaluó que con el Megacanje, “la deuda total argentina, medida en términos de valor presente aumentó en 9500 millones de dólares”. Sin conocer este informe ni escuchar el testimonio de Nielsen, Marx rechazó otras estimaciones minutos después, porque no utilizaban ese parámetro del “valor presente”. Cuando el tribunal le extendió el documento, el ex secretario de Cavallo le restó importancia y sostuvo que “el Fondo tiene una gran producción de informes” y que cuando él estaba en la gestión “no hacían ese análisis”.

Daniel Marx, secretario de Finanzas de Machinea, López Murphy y Cavallo, declaró que “el Megacanje era una transacción de alto riesgo” y explicó que previamente Rusia y Ecuador habían intentado operaciones similares y habían caído el default. Afirmó que Cavallo tenía mucho contacto con banqueros y dijo que “seguramente se acercaban con ideas”.

Cavallo y el Megacanje

El proceso se realiza con Cavallo en el banquillo. Estuvo presente en casi todas las audiencias, secundado por su abogado Eduardo Oderigo. Desde allí escucha atentamente cada declaración e intercambia comentarios con su defensor. De vez en cuando interviene para hacer alguna aclaración, y en varias oportunidades los funcionarios de la Oficina Nacional de Crédito Público que fueron a declarar se levantaron para saludarlo.

El ex funcionario de la Alianza enfrenta una acusación por presuntas negociaciones incompatibles con la función pública, por la operación financiera realizada durante el gobierno de la Alianza. La emisión de cinco grandes series de bonos en 2001 permitió aplazar los vencimientos de medio centenar de títulos de deuda, pero tras pocas semanas se derrumbó y arrastró al país a la cesación de pagos.

Por la operación, un consorcio de bancos obtuvo 150 millones de dólares en concepto de comisiones, de los cuales 20 fueron a parar a manos del banquero David Mulford, a cargo del Credit Suisse. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner calificó al Megacanje y al Blindaje como “las mayores estafas de la historia financiera de la Argentina”. El 69 por ciento de los bonos que los fondos buitre hoy reclaman en los tribunales de Estados Unidos, tuvieron origen en el Megacanje, y fueron defaulteados poco tiempo después de su emisión.

Cavallo está acusado de haber favorecido a un grupo de bancos en forma directa. El banquero estadounidense David Mulford estuvo imputado junto a un grupo de funcionarios entre los que se encontraban el ex asesor de Cavallo, Horacio Liendo; y el ex secretario de Política Económica y actual diputado del PRO Federico Sturzenegger. Todos ellos, menos Cavallo, fueron sobreseídos por prescripción, aunque la resolución todavía debe ser revisada por la Cámara de Casación.