También los predios rurales de la provincia de La Rioja donde aparecieron los cuerpos mutilados de los sacerdotes Carlos Murias y Gabriel Longueville. Todos ellos fueron asesinados entre julio y agosto de 1976.
El Gobierno nacional declaró "lugar histórico nacional", los predios rurales donde fueron asesinados el entonces obispo de La Rioja Enrique Angelelli y los curas Carlos Murias y Gabriel Longueville, en cercanías de la localidad riojana de Chamical, durante la dictadura cívico militar. La resolución del Poder Ejecutivo se originó en una ley sancionada por el Congreso Nacional en 15 diciembre del año pasado "en homenaje a la memoria" de monseñor Angelelli y los otros dos religiosos asesinados, informó la agencia Télam.
Los mártires de Chamical
Monseñor Angelelli y los curas Murias y Longueville fueron asesinados entre julio y agosto de 1976 en La Rioja, y son conocidos como los "Mártires de Chamical". El "lugar histórico nacional" donde apareció muerto Angelelli el 4 de agosto de 1976 en un accidente automovilístico fraguado, está ubicado en Paraje de Punta de los Llanos, sobre la ruta nacional 38, a la salida de Chamical. En la resolución, también se declaró "lugar histórico nacional" el Paraje Bajo de Lucas de Chamical donde el 18 de julio de 1976 fueron encontrados los cuerpos mutilados de los sacerdotes Murias y Longueville.
En el marco de los juicios por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura, en diciembre de 2012, el Tribunal Oral Federal de La Rioja condenó a prisión perpetua en cárcel común a los represores Luciano Benjamín Menéndez, Luis Fernando Estrella y Domingo Benito Vera, al encontrarlos culpables de los homicidios de los curas Murias y Longueville. En tanto, el 4 de julio de 2014 a justicia riojana condenó nuevamente a Menéndez y Estrella, quien se desempeñaba como jefe militar de Chamical, a cadena perpetua por el asesinato de Angelelli.
Actualmente, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de La Rioja juzga a Angel Pezzetta por los delitos de homicidio agravado, privación ilegal de la libertad y tortura cometidos en perjuicio de los sacerdotes Murias y Longueville. El 4 de agosto de 2006, al cumplirse 30 años de su muerte, el entonces presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Jorge Bergoglio, actual papa Francisco, había señalado en una homilía en la catedral de La Rioja que monseñor Angelelli "recibía pedradas por predicar el Evangelio y derramó su sangre por ello". En tanto, el Obispado de La Rioja, con la aprobación del entonces cardenal Bergoglio, inició el trámite de canonización de Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville.