Se trata de Emilio Teodoro Graselli que en 1976 era capellán del Ejército y secretario del vicario general castrense Adolfo Servando Tortolo. La parte acusadora pidió que se lo procese por falso testimonio
El obispo castrense Emilio Teodoro Grasselli declaró ayer durante tres horas en el Tribunal Oral Federal de San Martín de Alicia Vence por los secuestros de los trabajadores navales y ceramistas de la Zona Norte. En su testimonio dio algunos detalles de las fichas que durante la dictadura rellenó con datos de desaparecidos.
Para el abogado querellante, Pablo Llonto adelantó que harán una presentación contra el cura por falso testimonio, es que, según dijo: evidentemente hay cosas que sabe y no cuenta”. La respuesta que no conformó a los querellantes tenía que ver con el caso de Arnaldo Hugo Rivas, un obrero naval de Astilleros Astarsa, desaparecido el 4 de mayo de 1976. Según consigna Página 12 uno de los familiares de Rivas, se entrevistó con Grasselli en aquel momento y el cura le respondió que no lo busquen más, sugiriendo que lo habían matado. En la audiencia se le preguntó por esto y Grasselli dijo que no dio esa respuestas.
En la misma línea que Llonto se expresó Liliana Giovannelli, esposa de uno de los desaparecidos y querellante en la causa: “Fue desagradable, creo que sabía mucho más de lo que dijo. Habló de haber sacado un montón de gente cuando en realidad es mentira, porque no podía dar un solo nombre de las supuestas personas que ayudó. Justificó cada cosa y le echó la responsabilidad de todo al (vicario general castrense Adolfo Servando) Tortolo, que está muerto”.
Grasselli, en 1976, era capellán del Ejército y secretario de Tortolo. Por esa función recibía a los familiares de los detenidos desaparecidos en la capilla Stella Maris, pegada al Edificio Libertad. Ahí construyó el fichero en el que llegó a juntar unos 2500 nombres.
El obispo está investigado en otras como la que busca desentrañar lo ocurrido dentro de la ESMA. En esta causa, declaró en calidad de testigo, al igual que en el Juicio a las Juntas y en el Juicio por la Verdad de La Plata en 1999. Igual que ayer, en ninguna ocasión aportó los datos que se esperaban. Y también había señalado a Tortolo como el responsable de obtener la información que luego él transmitió a cientos de familiares.
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