Uno de los fotógrafos de Infojus Noticias, Leo Vaca, inauguró hoy una exposición con imágenes de la eliminación de armas de fuego que realiza el Registro Nacional de Armas. Las fotos se podrán ver hasta junio en el Corredor Artístico del Ministerio de Economía.
Como fotógrafo de Infojus Noticias, Leo Vaca retrató el metal retorcido de las armas que perdieron su poder de fuego y se convirtieron en chatarra. El Programa de Desarme empezó en 2007 y lleva destruidas cerca de 250 mil armas. Así lo comunicó el Registro Nacional de Armas (RENAR), dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, que creó unidades móviles en todo el país. Vaca puso el ojo en el paisaje gris y metálico: el tambor machacado de un revólver, las piezas huecas de una pistola. El material descartable de lo que dejó la destrucción.
Hoy se inauguró su muestra, titulada “Desalmados”, que estará hasta junio en el Corredor Artístico del Ministerio de Economía. Al lado de las fotos gigantes en la puerta del microcine, hay un texto poético escrito por Vaca que dice:
Blanco grito golpe llanto flores disparo
Ráfaga dedo gatillo duelo rojo disparo
Plata poder estruendo vuela bala disparo
Fuego lento alma desangro huelo disparo
Oro vida robo silencio duelo disparo
Plomo tambor corre niño juego disparo
Negra guerra rata violencia cuerpo disparo
Acero fuera paranoia defensa locura disparo
Madera metal polvo muerte cobarde disparo
Obscuro arma asesino mortal triste disparo
Fierro martillo arde más nada disparo
Vaca dijo: “Agradezco a la gente del RENAR. Es un placer mostrar este trabajo para difundir una mirada fotográfica sobre este plan tan valioso. Mi deseo es que dejen de existir las armas, ojalá este plan crezca”.
“Desalmados hace referencia a una doble acepción: por un lado a la cuestión de la muerte, por otro a la del alma. Hay que matar a las pistolas, y destruir su sentido nefasto”, explicó Vaca. La muestra está ubicada en el pasillo del microcine, en el quinto piso. Por allí, todos los días, pasan cientos de personas. Mientras Vaca hablaba, personal de maestranza pasó y espió de reojo las fotos.
Una foto es una pregunta
En dialogó con esta agencia, Vaca respondió a las siguientes preguntas:
-¿Cuál fue tu primer acercamiento con las armas?
-Pensaba que mi vida estaba limpia de armas pero indirectamente las hubo y las hay. Recorro mi casa y veo muchas armas: las de plástico de los niños, la de la Playstation, cualquier caña o palo. Así, desde siempre hemos tenido armas en los juegos. Y eso sigue siendo así ¿Al final siempre nos estamos matando, no? Gana el que mata y pierde el que muere.
-¿Cómo apareció tu interés por este tema?
-De cubrir casos policiales en tantos años de trabajo. Al enterarme del programa de desarme del RENAR, me acerqué hace unos años e intenté retratar a los donantes de armas, pero al ser una entrega anónima, se me dificultó avanzar con esa propuesta. Así quedó como tantas ideas suspendida hasta el año pasado que se me presentó la posibilidad de fotografiar la destrucción más grande de armas de la historia argentina.
-¿Qué desafíos representó para vos?
-Un desafío podría ser lograr con mis fotos una pregunta. El armamento y sus consecuencias es algo demasiado complejo. A veces siento que se destruyen miles de armas en una hora y me viene la idea de una gota en un mar. Pero es más importante que exista esta posibilidad de ir destruyendo armas, tomando conciencia de a poco.
-¿La fotografía puede aportar a las políticas públicas?
-Sí. La fotografía puede aportar a cualquier cosa. Depende con qué sentido se la use. Esa responsabilidad no es menor. Y uno como autor debe ser muy consciente. Cuando se usa una imagen debe ser con seriedad. Es un juego muy serio.
Un espacio de reflexión y ruptura
Ignacio Uranga, del sector de prensa del Ministerio de Economía, se encargó de conseguir el espacio de la muestra, que está rodeado de oficinas. “Para los que trabajamos acá, este tipo de muestras significan una ruptura con el tránsito cotidiano, un remanso, un espacio de reflexión. El que pasa por este pasillo no puede no conmoverse por el impacto de las fotos. En el caso de ‘Desalmados’, tienen una carga muy fuerte. Nuestra sociedad naturaliza la violencia y estas imágenes nos interpelan como espectadores”. Uranga reivindicó la creación de “espacios de arte en los edificio públicos” y rescató que “las fotos construyeron una mirada artística sobre una política pública”.
Por otra parte, Matías Molle, director del RENAR, dijo que “hay que desnaturalizar el uso de armas y Leo pudo testimoniar el proceso del Programa de Desarme, y fotografió desde las capacitaciones hasta las destrucciones de armas”. Destacó la inauguración de un puesto móvil en Salta y ponderó una estadística: desde que el RENAR actualizó las remuneraciones de dos mil pesos por mes por la entrega de armas, la eficacia del Programa aumentó un 150 por ciento.
El Programa está en marcha desde el 10 de Julio de 2007 y consiste en la entrega voluntaria y anónima de armas de fuego y municiones a cambio de un incentivo que varía entre los 500 y 2000 pesos, según el tipo y calibre del arma entregada. Las armas corresponden a la recolección en los puestos fijos de Delegaciones RENAR, Puestos móviles ubicados en diferentes ciudades del país y decomisos en la provincia de Buenos Aires y Salta.
Esta política tiene como objetivo la eliminación total del arma de fuego y la imposibilidad de que la misma vuelva al circuito y pueda ser utilizada ante situaciones conflictivas y violentas. El método de destrucción de armas utilizado por Argentina es pionero en la región y recibió elogios del Mercosur.
Además, el Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego recibió el año pasado en Nueva York el premio "Política del Futuro 2013", otorgado por la Oficina de Asuntos de Desarme del organismo (UNODA), el Consejo Mundial del Futuro y la Unión Interparlamentaria.