Se trata de capítulos documentales que hacen eje en cuatro historias: familias incompletas que fueron desmembradas por el accionar del terrorismo de Estado. Es un ciclo promovido por el Banco Audiovisual de Contenidos Universales Argentino (BACUA).
La palabra desaparecido, a pesar de la ausencia que denota, ocupa un espacio lingüístico importante en la idiosincrasia latinoamericana. El término, que desborda el sentido, forma parte del título del ciclo que Canal Encuentro comenzó a emitir el miércoles pasado. “Desaparición forzada” se denomina esta serie documental que, también, hace referencia al concepto jurídico para definir la desaparición involuntaria como crimen de lesa humanidad. Acá se puede ver el primer capítulo.
Los capítulos de la serie, que se emitirán los miércoles por el canal del Ministerio de Educación, hasta ahora son cuatro. Abordan las historias de protagonistas con nombre propio: Ernesto, Lita, Horacio y Marta. Cada uno de ellos conforma el rostro visible de familias incompletas que han sido desmembradas por el accionar del terrorismo de Estado. Son la cara de la tragedia pero también la de una lucha específica. Para los realizadores, la desaparición forzada no se define por la ausencia del ser querido sino por la búsqueda incansable de sus familiares y de los organismos de Derechos Humanos. La pieza audiovisual se emplaza sobre tres pilares que ya son un mantra en materia de derechos humanos: Memoria, Verdad y Justicia. Así, plantea el desafío de constituirse como un ensayo visual sobre la desaparición forzada de personas.
"La selección de los personajes tiene que ver con un eje generacional, porque cada uno atravesó la desaparición forzada en distintas etapas de la vida. Ernesto, por ejemplo, encuentra su identidad durante la adolescencia y Horacio lo hace ya de adulto", explicó a Infojus Noticias Soledad Gonnet, realizadora del ciclo. "La desaparición forzada no implica solamente la búsqueda de los cuerpos, sino la búsqueda de una persona, una identidad", planteó.
La primera emisión fue el último miércoles, a las 23. La historia elegida para romper el hielo con el televidente fue la de Ernesto Lejderman Avalos. A los dos años Ernesto vio cómo una patrulla del Ejército de Chile asesinaba a sangre fría a sus padres en una mina abandonada. Él, un joven con curiosidad militante que había viajado por Latinoamérica. Ella, una mexicana, que se había enamorado de los sueños de ese joven. Era diciembre de 1973 cuando los mataron.
Recién a los 20 años Ernesto conoció la verdadera historia de su identidad, se incorporó a H.I.J.O.S y conformó, junto a otros familiares, la Agrupación de Familiares de Argentinos Detenidos, Desaparecidos y Ejecutados. Ernesto viajó a Chile y pudo enjuiciar a los responsables de la desaparición de sus padres.
En el envío, las fotografías familiares y un cuaderno de su abuelo son las primeras piezas del rompecabezas que despliega Ernesto sobre la mesa para reconstruir el recorrido de sus padres hasta su desaparición. Y, en ese camino, armar el puzle de su propia historia. La cámara lo visita en una entrevista en profundidad, para después acompañarlo a Chile en la búsqueda de las personas que vieron a Bernardo Lejderman y María del Rosario Ávalos por última vez. El relato coral y sentido va ocupando el espacio que dejaron sus ausencias.
El viaje audiovisual, que comienza en la intimidad de la casa de Ernesto, termina en una marcha del 24 de marzo acompañándolo en la masividad de la Plaza de Mayo. Lo individual y lo colectivo se abrazan en cada una de las historias particulares de “Desaparición forzada”.
El próximo episodio, que será emitido el 20 de noviembre, transitará la historia de Lita Boitano. Ella es la madre de dos jóvenes desaparecidos durante la última dictadura militar. Su búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia comenzó en 1976 cuando desapareció su hijo Miguel Ángel, un estudiante de arquitectura. Un año después desaparecía su hija, Adriana. Hoy, Lita es presidenta de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas. “Pensé que nadie se muere hasta que no haya nadie que lo recuerde. En los primeros tiempos buscaba a mis hijos; pensaba que podían no estar muertos. Ahora, al menos quiero saber dónde están sus cuerpos y llegar al juicio y castigo a los represores”, dice Lita en el capítulo que protagoniza.
"Lita y Marta son pilares en cuanto a las denuncias. Y son las que impulsaron la lucha para que se reconociera la desaparición forzada como delito de lesa humanidad", dijo Gonnet sobre la selección de estas mujeres para dos de los cuatro episodios.
En el último capítulo, la protagonista es Marta Vásquez Ocampo. Su historia está signada por el pañuelo blanco. Marta es Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. “Cuando me pongo el pañuelo me siento más cerca de mi hija. Aún queda saber: donde están los desaparecidos, cuál fue su destino final, porque los llevaron y quienes fueron los responsables de su desaparición”, dice. Ella es la madre de María Marta Vásquez Ocampo, secuestrada el 14 de abril de 1976 junto a su marido César Lugones, ambos desaparecidos. Marta también busca a su nieto, que nació en cautiverio. Su hija estaba embarazada cuando la desaparecieron. La pareja era militante de la Juventud Peronista (JP) y formaba parte del equipo del proyecto Belén en la Villa del Bajo Flores, seis de estos integrantes continúan desaparecidos.
El relato audiovisual intenta, en envíos como este, conformar un archivo para la memoria colectiva haciendo aparecer aquello que intentaron silenciar con la muerte. “Desaparición forzada” es un ciclo promovido por el Banco Audiovisual de Contenidos Universales Argentino (BACUA) y ganador de los concursos federales del INCAA (Instituto nacional de cine y artes audiovisuales). Podrá verse en Canal Encuentro el miércoles a las 23. Se repite los jueves a las 2 y los domingos a las 18.