Una denuncia anónima reactivó la investigación por el asesinato de la adolescente argentina en Uruguay. Seis integrantes de una familia fueron apresados en Rivera, al límite con Brasil. Uno de ellos, un hombre de 27 años, que se contradijo en sus declaraciones, sería la persona del identikit difundido por la Policía de Rocha. Al momento del crimen estaba en la costa.
El caso Lola Chomnalez, la adolescente argentina asesinada en Barra de Valizas, Uruguay, volvió a activarse este martes con la detención de seis integrantes de una familia (cuatro hombres y dos mujeres), entre los cuales se encuentra un joven de 27 años, sindicado como el “principal sospechoso”, de acuerdo con la prensa Uruguaya.
Las detenciones se produjeron al mediodía en la ciudad de Rivera, en la frontera Norte con Brasil, a raíz de datos brindados por una denuncia anónima que llegó a la Policía local. El informante señalaba al joven como el autor del crimen de Lola y lo relacionaba con el identikit difundido en enero por la Justicia de Uruguay. Una vez apresado, el riverense se contradijo en sus declaraciones, según señaló el corresponsal del diario El País, Freddy Carranza, a Infojus Noticias. Dijo que en la fecha del crimen, el 28 de diciembre, se encontraba en Rivera. Luego terminó admitiendo que se encontraba en Rocha.
A las 15, 30, tras declarar, el sospechoso emprendió un viaje de 600 kilómetros desde Rivera hasta el juzgado de Rocha, para que declare ante la jueza Silvia Urioste, quien instruye la causa. En el despacho de la magistrada se negaron a brindar información mientras el caso este en estado “pre-sumario”. Se cree que el detenido podría llegar a la sede judicial recién entrada la noche. El resto de los familiares son interrogados por el juez de Rivera, Humberto Verry. Según la prensa, no tendrían vinculación con el caso. Ambos juzgados están en comunicación para determinar si son liberados o también son trasladados a Rocha.
El diario uruguayo El País remarca que el joven de 27 años cuenta con antecedentes penales por “lesiones”, y varias anotaciones en la Unidad especializada en Violencia Doméstica.
En Rivera, una ciudad fronteriza de 100 mil habitantes, el escritor José Hernández vivió y escribió parte del libro Martín Fierro. Según el denunciante anónimo, el joven se encontraba en Rocha y desapareció “sospechosamente” en la fecha del crimen.
Lola había llegado el sábado 27 de diciembre a Barra de Valizas para pasar las fiestas de fin de año con su madrina y la familia de esta. Cerca de esa fecha se sumarían sus padres, Diego y Adriana. El domingo pidió permiso para ir a la playa y desapareció. La denuncia se radicó esa noche. Desde entonces se hicieron decenas de rastrillajes. La noche del 30, un lugareño encontró el cuerpo. Estaba enterrado en posición fetal, sin signos de abuso sexual –algo que corroboró la autopsia–. La joven murió asfixiada y los cortes que tenía no habían sido mortales. Su cuerpo fue repatriado y enterrado en el cementerio de la Recoleta. La causa tuvo varios sospechosos que fueron detenidos y liberados a medida que avanzaba la investigación.
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