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Las caras de los abogados que defienden víctimas de violencia institucional son, muchas veces, las mismas. Con trajes modestos, barbas crecidas y peinados irregulares se presentan en los tribunales para defender a las víctimas de violaciones a los derechos humanos que no tienen el dinero suficiente para pagar un abogado particular. Muchos lo hacen ad-honorem, como una forma de militancia. Los defensores de los policías acusados de algún tipo de abuso policial, también muchas veces se repiten.

En la zona oeste del conurbano bonaerense cuando se trata de policías, Miguel Racanelli, un abogado penalista que dice tener 20 años de trayectoria es quien los defiende. Su cara no sólo se ve en las audiencias. Racanelli es el titular del PRO en La Matanza y se lo puede ver en afiches políticos y stencils. Cada vez que Mauricio Macri visita el distrito, este hombre de estatura media y pelo largo canoso oficia de anfitrión y lo lleva a recorrer las calles de San Justo, el corazón del partido más populoso del conurbano.

En los últimos cuatro meses el abogado matancero de 54 años fue protagonista de dos causas en las que defendió policías y logró su absolución. Los dos crímenes están impunes, sin culpables. En el caso Gastón Duffau, el joven que murió en 2008 después de ser detenido por policías en Ramos Mejía, Racanelli defendió a tres de los cinco policías absueltos en mayo por el Tribunal Oral en lo Criminal 4 de La Matanza.

En el caso de Fabián Gorosito, el joven de Merlo que apareció muerto en una zanja en 2010, Racanelli defendió a dos de los once policías absueltos esta semana por el Tribunal Oral Criminal (TOC) N° 5 de Morón. Racanelli fue el abogado de Adrián Giménez y Cristian Fortunato, dos de los policías más involucrados con el crimen. Según la familia de Gorosito, el joven de 22 años mantenía una relación sentimental con la mujer de Giménez. Los policías lo mataron a modo de venganza. La querella y la fiscalía habían pedido perpetua para los dos defendidos de este abogado cercano a la policía.

Cuando sale de los juicios en los que defiende policías, Racanelli suele encerrar una sonrisa en su barba candado. Con su habitual actitud canchera, el jueves a la salida de la audiencia, dijo a los medios: "Se hizo justicia”. La madre de Gorosito tuvo otras declaraciones: “A Fabián lo volvieron a matar”.

Los dos crímenes están impunes al día de hoy. No hay culpables de la muerte de Duffau ni de la de Gorosito. La estrategia de la defensa de los policías fue la misma: apuntó a criminalizar a las víctimas. En el caso Duffau, se dijo que el joven vivía en la calle, estaba borracho o drogado y tuvo un accidente. De Gorosito se planteó que el chico estaba alcoholizado o drogado y cayó solo en la zanja donde encontraron su cuerpo el 15 de agosto de 2010.

Según su página web, Racanelli cuenta con 20 años de trayectoria y fue parte en más de 100 juicios, tanto defendiendo como querellando.

En su portal, en el que promociona su trabajo, también se presenta como “asesor de productoras de televisión”. Los medios locales saben que Racanelli contesta el teléfono y no tiene problema de opinar cuando se trata de casos penales. El abogado  matancero está cerca de los medios, de los policías y próximo a la Justicia. Su estudio ocupa la esquina que está frente a los Tribunales de La Matanza.