En un mes, como máximo, la candidatura de Roberto Carlés llegará al Senado, después de haber sido analizada por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Allí se discutirá en una Comisión Unicameral de Acuerdos, que debe dictaminar sobre el pliego. En caso de ser aprobado, pasa a Cámara alta en pleno.
El 31 de diciembre del año pasado se hizo oficial la renuncia de Eugenio Raúl Zaffaroni a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, dejando al máximo tribunal con sólo cuatro integrantes, uno menos de lo que establece la ley. El Poder Ejecutivo ya dio el primer paso para cubrir la vacante y nombró a Roberto Carlés como candidato para reemplazar a Zaffaroni. Pero desde la candidatura hasta la Corte hay un largo camino y una serie de pasos que cumplir.
Hacer pública la nominación
Durante tres días - hasta mañana- se publicará en varios diarios de circulación nacional, y en el Boletín Oficial de la Nación, el aviso oficial de la candidatura con los antecedentes del jurista. Así lo establece el artículo 4 del decreto 222 del 2003, que también da un “plazo máximo de 30 días” al Poder Ejecutivo para proponer un candidato. Este decreto, ideado durante el gobierno de Néstor Kirchner, incorporó a su vez cambios en la selección de los jueces del tribunal más importante del país y otorgó mayor transparencia al proceso de nominaciones.
15 días para opinar
Después de la publicación, se abre un periodo de quince días en que los ciudadanos, así como las organizaciones no gubernamentales, los colegios y asociaciones profesionales, las entidades académicas y de derechos humanos, pueden presentar “las posturas, observaciones y circunstancias que consideren de interés expresar respecto de los incluidos en el proceso de preselección”.
En ese mismo lapso, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos también podrá pedir opiniones sobre el candidato a organizaciones “de relevancia en el ámbito profesional, judicial, académico, social, político y de derechos humanos”. A estos datos la cartera de justicia le sumará informes de la AFIP sobre el cumplimiento de las obligaciones impositivas de Carlés.
Una vez concluidos los quince días, el Ministerio debe realizar un “informe final” -para lo que tiene quince días- donde se fundamentan las razones de la elección del candidato y luego se enviará el pliego al Senado de la Nación.
La composición actual de la Corte Suprema: Elena I. Highton de Nolasco, Ricardo Luis Lorenzetti, Carlos S. Fayt y Juan Carlos Maqueda. Cred: Infojus Noticias.
En busca del acuerdo
En el Congreso de la Nación comienza un nuevo camino del pliego enviado por el Poder Ejecutivo. Se trata de un procedimiento caracterizado por audiencias públicas, periodo de impugnaciones o adhesiones, reuniones de comisión y su tratamiento en el recinto de sesiones.
Una vez en el Senado, el pliego se envía a la Comisión Unicameral de Acuerdos que debe dictaminar sobre los pedidos enviados desde el Ejecutivo. La comisión es la que concentra toda la información y se abre un periodo de impugnaciones. Después se fija una fecha de audiencia pública donde los senadores evacuan sus dudas sobre el candidato mediante preguntas. El último paso en la comisión es que los 18 senadores que la integran deben dictaminar para aprobar o no el pliego.
En caso de ser aprobado el pliego, pasaría a ser tratado por la Cámara alta en pleno que debe ratificar al candidato en sesión pública con los que se conoce como “mayoría calificada”, dos tercios del total de los senadores presentes.
La jura y la designación
Si el pliego es aprobado por el Senado de la Nación, los últimos pasos que restan son la oficialización de la designación por parte del Poder Ejecutivo con la publicación del decreto correspondiente en el Boletín Oficial y la posterior jura ante el presidente de la Corte Suprema.
Una puja que recién comienza
Sectores políticos de la oposición ya se pronunciaron firmando un compromiso y no darían los votos para analizar a ningún candidato. En 2006, cuando se sancionó la ley 26.183, se redujo la cantidad de integrantes de la Corte Suprema a cinco miembros aunque quedó con siete desde entonces. Los fallecimientos de Carmen Argibay y Enrique Petracchi en 2014, sumado a la renuncia de Zaffaroni, dejaron el tribunal incompleto con cuatro miembros.