Una sentencia ordenó que el Estado le pague la asignación mensual vitalicia al obispo Antonio Baseotto, un beneficio que la ley le confiere a aquellos que hayan ocupado determinados cargos jerárquicos en la Iglesia una vez que alcancen con 75 años de edad.
La Sala II de la Cámara Federal de la Seguridad Social le ordenó al Estado a liquidar en treinta días la deuda acumulada por no haberle pagado esa jubilación durante los últimos ocho años al obispo Antonio Baseotto. En 2005, el presidente Néstor Kirchner firmó un decreto para resolver en forma unilateral el acuerdo con la Santa Sede por el que se había designado a Baseotto como vicario de las Fuerzas Armadas. La decisión del entonces primer mandatario fue tomada como respuesta a las declaraciones que transmitió Baseotto en una carta al ministro de Salud Ginés González García, condenando su posición en favor del aborto.
“Quienes escandalizan a los niños merecen ser arrojados al mar con una piedra de molino atada a su cuello”, expresó el obispo en aquel momento, retomando un pasaje de la Biblia pero para responder a las prácticas abortivas. La frase pertenecía a una misiva en la que el religioso le pedía al ministro que retiraran de la venta los fármacos “conocidos como abortivos”, pero hizo recordar a las prácticas de los genocidas en los años de la dictadura cívico militar.
La frase despertó el repudio de organismos de derechos humanos y varios funcionarios del gobierno, que compararon la expresión con la práctica de los conocidos “vuelos de la muerte” en los que los represores arrojaban al Río de la Plata a los detenidos desaparecidos de varios centros clandestinos de detención –en especial de la ESMA- adormecidos por una dosis de anestesia, pero aún con vida, desde aeronaves de las Fuerzas Armadas. Kirchner rompió el acuerdo de su nombramiento y lo desplazó de la vicaría castrense.
En esa resolución no se reconoció la jubilación del obispo, que según la ley 21.540 se confiere a quienes alcancen determinados cargos de la jerarquía eclesiástica. El beneficio es de un cobro mensual equivalente al 70 por ciento de la remuneración de un juez de primera instancia. Un requisito de la ley es que el jerarca tenga 75 años, pero Baseotto tenía 72. El ex vicario castrense se retiró dos años después de emitido el decreto, cuando el Papa Benedicto XVI le aceptó la renuncia por razones de salud. Lo cierto es que la Cámara Federal no lo entendió así, y le dio la razón al obispo.
El diario Página/12 publicó en 2005 otras declaraciones del religioso, emitidas en 1986 por el Canal 7 de la televisión de Santiago del Estero, al cierre de la programación. Allí vertió opiniones antisemitas contra musulmanes y judíos. Convencido, declaró: “La mayoría de la comunidad hebrea se dedica con mucha habilidad, y muchísimas veces con muy pocos principios morales, a grandes negocios”. Confesó pensar que los judíos “están enceguecidos por el tener, no les importa con qué medio se enriquecen. Si la pornografía es buen negocio, el hebreo vende pornografía, y si la droga es buen negocio, vende droga”.