El magistrado volvió a hablar sobre su retiro. Dijo que le queda un año y que espera que "pase rápido". El cargo de la magistratura fue vitalicio hasta 1994, cuando la reforma constitucional estableció como edad límite a los 75 años. Los jueces Carlos Fayt y Enrique Petracchi ya superaron la edad máxima.
El juez Eugenio Raúl Zaffaroni insistió con que le "queda un año en la Corte", y que espera que "pase rápido". No es la primera vez que el ministro del máximo tribunal de la Nación anuncia cuándo será su retiro, que se produciría al cumplir los 75 años, como estipula la Constitución. A pesar de la normativa, los ministros Carlos Fayt y Enrique Petracchi ya superaron la edad máxima y continúan en el cargo.
El cargo de la magistratura fue vitalicio hasta 1994, cuando la reforma constitucional estableció como edad límite a los 75 años. Una vez cumplidos, los jueces deben ser ratificados mediante un acuerdo del Senado, para renovar la función durante 5 años más, y así sucesivamente. Sin embargo, no todos los jueces cumplen con la norma. Tan sólo en el ámbito de la Corte Suprema de Justicia, en siete jueces hay dos ejemplos.
Cuando Carlos Fayt cumplió los 75, ya llevaba una década en la magistratura del tribunal supremo. Un año después del “Pacto de Olivos”, en 1994, se adoptó la nueva Constitución Nacional. El texto estableció el nuevo mecanismo, y dejó en jaque a Fayt, que ya había superado la edad máxima para ejercer el cargo de juez.
El juez, cuñado del editorialista Claudio Escribano, de La Nación, prefirió no someter su investidura al acuerdo de la Cámara alta, y judicializó su trámite. El expediente pasó por todas las instancias y llegó al mismo cuerpo que él integraba en 1999. En la decisión de la Corte, Fayt eligió no votar y firmó la abstención. Petracchi, también. La decisión del resto del cuerpo colegiado fue “prohibir” la aplicación de esa cláusula constitucional sobre los jueces que hubieran jurado antes de la reforma. Y Fayt se aferró a su sillón.
Augusto Belluscio, que había firmado esa sentencia, renunció en 2005, al cumplir los 75 años. En aquel entonces, sostuvo: “Existe una incompatibilidad ética entre el hecho de haberla firmado y permanecer en mi cargo, pues podría interpretarse que me aprovecho de la sentencia por mí mismo dictada”. Petracchi, por el contrario, se amparó en la resolución que favoreció a Fayt. Ya tiene 78 años.
Petracchi también fue designado juez de la Corte con la llegada de Alfonsín al poder. Al cumplir los 75, varios abogados que litigaban ante el tribunal supremo impugnaron su participación en las resoluciones del cuerpo que encabeza el Poder Judicial de la Nación, pero ningún planteo prosperó. Petracchi no da indicios de analizar su retiro.
De jubilarse ambos jueces, la Corte quedaría compuesta por cinco miembros, tal como está previsto por ley desde 2006. Sin embargo, a fines del año que viene Zaffaroni cumplirá los 75, y tal como anticipó en varias ocasiones, abandonará la magistratura. El viernes pasado, el sitio Crimen y Razón publicó una entrevista al penalista, realizada por Rodolfo Palacios, y allí insistió con su salida.
-¿Cómo se imagina en el futuro? ¿Dando conferencias, viajando por el mundo, teniendo un ciclo en la tevé, descansando en su casa? ¿No cansa la presión de estar en el lugar que ocupa?
-Me queda un año en la Corte, espero que pase rápido. De momento el único proyecto que tengo es volver a la enseñanza, a la investigación, a intensificar la vida académica internacional, a escribir, en fin, a lo que hice siempre antes de volver a este trabajo anormal que por suerte tiene fecha de vencimiento.”
En enero pasado, Zaffaroni había indicado en declaraciones radiales que le restaba “un año y once meses” para retirarse. En una entrevista en Ámbito Financiero en enero pero de 2012, también afirmó que su tarea estaba “de alguna manera cumplida”, pero que no deseaba “desarmar la actual composición de la Corte”. Y agregó: “realmente considero que la "vitalicidad" en la función pública es una característica monárquica, y sobre todo en los tribunales supremos”.
Más atrás en el tiempo, en septiembre de 2011 soltó: "ya llevo ocho años en la Corte Suprema y pienso que en todo se cumple una etapa". Aunque atravesaba de lleno la polémica por la noticia de que en departamentos de su propiedad se ejercía la prostitución, avisaba que no iba a renunciar en ese momento para no mostrarse vulnerable.