Marisa Herrera, investigadora del Conicet y doctora en Derecho, dice que "el 8 de marzo, Día de la Mujer, es un buen momento para repotenciar, reafirmar y seguir festejando este nuevo Código Civil".
Marisa Herrera es investigadora del Conicet, doctora en Derecho e investigadora en temas de Familia. Esta semana participó del curso de actualización del nuevo Código Civil y Comercial en la ciudad de Mercedes, provincia de Buenos Aires. La actividad se realizó en el marco de una serie de encuentros que organiza el Sistema Argentino de Información Jurídica (Infojus) desde el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Nación. Después de su exposición sobre Relaciones de Familia, Herrera conversó con Infojus Noticias.
-¿Cuál es su análisis de la legislación argentina en materia de Derecho de Familia?
-Argentina es pionera en un montón de leyes de los últimos tiempos en materia de Familia, por ejemplo, el matrimonio igualitario, un antes y un después de lo que significan las familias en plural. Otro ejemplo es la Ley de Identidad de Género, la más liberal del mundo, Dinamarca la copió. Son leyes desde una gran perspectiva de género.
-¿Esas leyes implicaron otros cambios?
- Por supuesto, son los cambios obvios que esas leyes trajeron como debate posterior. Son cambios de paradigmas que ya se vieron con otras legislaciones, como por ejemplo la familia ensamblada: los tuyos, los míos y los nuestros. Es un cambio social que teníamos hace mucho, pero nuestro viejo Código Civil lo silenciaba y este nuevo, lo visibiliza.
En el nuevo Código cada uno tiene su lugar
- Semanas atrás, un juzgado de Córdoba autorizó un régimen para que un hombre pudiera ver a la hija de su expareja.
-Claro, es el caso de un hombre que vive con los hijos de su mujer, que no es el padre pero tiene un vínculo afectivo. Ese hombre tiene que tener un lugar en el Código Civil. No es el padre, es cierto, pero tampoco es un don nadie. Tiene que ver con cómo el Derecho se atreve a darle lugar a otros sin el miedo de quitarle lugar a otro. Cada uno tiene su lugar, porque afectivamente el chico tiene muchos lugares, hay muchos referentes afectivos: los abuelos, los padres, los hermanos. Todos están en el nuevo Código Civil.
“Tenemos que ponernos el chip de la igualdad”
-En su exposición dijo que el nuevo Código Civil tiene cara de mujer.
- Exacto, a la hora de regular hay que regular en igualdad. El Código Civil tiene cara de mujer y es de más Mafaldas que de Susanitas, porque Mafalda es el paradigma de la nena que interpela los roles tradicionales de la mujer. Una gran cantidad de mujeres trabajamos y tenemos mucha vida desde el afuera. Esto implica que seguimos teniendo la doble responsabilidad: el cuidado de los hijos más el trabajo. Y esto hace que en muchas situaciones nazca un sentimiento de culpa. ¿Y cómo se construye el vínculo con un hijo sobre la base de la culpa?
-Esta idea de igualdad hace que tanto el padre como la madre sean responsables de la crianza de los hijos.
-Tenemos que ponernos el chip de la igualdad: como así yo puedo cocinar, también puede cocinar mi marido o mi pareja. Así como yo puedo llevarlos al colegio, también lo puede hacer el otro. El 8 de marzo, Día de la Mujer, me parece que es un buen momento para repotenciar, reafirmar y seguir festejando este nuevo Código Civil.