El miércoles se debatirá en la Cámara de Diputados y el Frente para la Victoria cuenta con el apoyo para dar quorum al proyecto, que ya tiene media sanción de la Cámara Alta. La Unión Cívica Radical, el Frente Renovador y el PRO presentarían objeciones.
La bancada del Frente para la Victoria de la Cámara de Diputados buscará convertir en ley este miércoles el proyecto de reforma y unificación del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, que presenta innovaciones en temas como fertilización asistida, matrimonio, divorcio y uniones por convivencia, entre otros puntos. De aprobarse, el nuevo Código entrará en vigencia en enero de 2016.
Sin realizarle modificaciones al texto aprobado en noviembre de 2013 por el Senado, el kirchnerismo en Diputados confía en aprobar esta norma en una sesión en la que los diputados de otras bancadas ya adelantaron que plantearán objeciones reglamentarias sobre el tratamiento.
Desde el bloque del Frente para la Victoria descartaron la posibilidad de hacer lugar a esos reclamos; por lo que llegarán a la sesión con el quórum y los números para obtener la mayoría en las votaciones contabilizando sólo a los propios diputados y a los habituales aliados.
Para miércoles al mediodía, cuando se iniciará la sesión, en el bloque que preside Juliana Di Tullio aspiran a haber reunido entre 134 y 136 diputados, con lo que superarían los 129 que marcan el número necesario para iniciar una sesión.
Para alcanzar el quórum cuentan a los 118 diputados propios, a los 7 del Frente de Santiago del Estero, a los 3 de Nuevo Encuentro, 3 del Movimiento Popular Neuquino, 1 del PJ La Pampa, 2 de diferentes partidos provinciales Fueguinos; y la posible presencia de la ex aliada del piquetero Raúl Castells, Ramona Puchetta, y del sindicalista de la CGT de Hugo Moyano, Omar Plaini.
Esos mismos diputados serían los que horas después votarían a favor del proyecto, teniendo en cuenta que la oposición realizará las objeciones reglamentarias en el primer tramo de la reunión y luego decidirá si se retira de la sesión o si permanece hasta el final para votar en contra.
"No se puede tratar en la Cámara un proyecto sin dictamen de comisión, salvo sobre tablas con una mayoría especial. El proyecto está vigente, pero para ser tratado requiere un dictamen en el que hayan intervenido los actuales diputados de la Cámara y no otros anteriores que ya no pueden asesorar a la Cámara sobre qué cosa hacer", señalaron los diputados de la mayoría de los bloques opositores en una nota enviada a la Presidencia de la Cámara y anticipando lo que el miércoles plantearán en el recinto.
La nota fue impulsada por el radicalismo, el Pro, el Frente Renovador, el Frente Amplio Progresista, Unidad Popular y la Coalición Cívica; y no fue respaldada por los diputados peronistas opositores referenciados en el gobernador cordobés, José de la Sota, y en los líderes puntanos Rodríguez Saa.
La secretaria parlamentaria del bloque del Frente para la Victoria, María Teresa García, calificó a quienes tienen esas posturas de "irresponsables y caprichosas".
"Que diputados cuyos partidos estuvieron representados en la comisión bicameral que elaboró el dictamen del proyecto digan que no pudieron estudiar el texto es de una irresponsabilidad muy grande", señaló la legisladora.
Para llegar a su aprobación legislativa, el proyecto, presentado en marzo de 2012 por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, fue objeto de audiencias públicas que se realizaron en más de 20 ciudades del país, previo a que la comisión bicameral emitiera el dictamen.
Además del dictamen de mayoría, que lleva la firma del Frente para la Victoria, existen otros cinco de minoría pertenecientes a la UCR, el PRO, Unidad Popular, el Frente Peronista y Compromiso Federal (sector de Rodríguez Saa).