La decisión de la Cámara alta formaliza el ingreso del funcionario. También fue avalada la designación del director de la autoridad monetaria, Pedro Biscay.
El Senado aprobó esta tarde la designación de Alejandro Vanoli como presidente del Banco Central, quien fue nombrado por la presidenta Cristina Fernández en octubre pasado tras la renuncia de Juan Carlos Fábrega. Junto con Vanoli fue aprobado el ingreso de Pedro Biscay como director de la autoridad monetaria.
Ambos pliegos fueron aprobados en la sesión en la cual se convertiría en ley la creación de una comisión bicameral para investigar la evasión fiscal y supuesta la existencia de una plataforma bancaria dentro del HSBC para concretarla. Vanoli recibió 37 votos a favor y 24 en contra.
La semana pasada, Vanoli expuso ante la Comisión de Acuerdos del Senado, que analizó el pliego de nombramiento del funcionario propuesto por el Ejecutivo. Allí señaló que en sus dos primeros meses de gestión al frente de la autoridad monetaria, el Central “retomó su posición compradora y restableció reservas monetarias". Agregó: "Los pequeños ahorristas ganaron sólo en noviembre 300 millones de pesos por apostar a la moneda nacional".
"Es preciso cambiar el sistema financiero para hacerlo más eficiente, participativo y federal", sostuvo ese día Vanoli y recordó que cuando asumió la conducción del Central “había un clima de profunda desconfianza, exacerbado por algunos medios, que decían que la situación financiera se descontrolaba". Insistió: "Dos meses después, la prensa terminó reconociendo que no hay crisis, no va a haber devaluación y que se revirtió la tendencia de desconfianza”.
Vanoli llegó para reemplazar a Fábrega, quien había sido fuertemente cuestionado públicamente por la jefa de Estado durante un acto en Casa Rosada. “Hay más de 80.000 expedientes en el Banco Central por infracción a la Ley Penal Cambiaria, con multas multimillonarias, para bancos, para empresas exportadoras, para cerealeras... Va a tener que caer el peso de la autoridad regulatoria y monetaria”, dijo Cristina el 30 de septiembre con Fábrega sentado en primera fila.
Dos días después presentó su renuncia y la llegada de Vanoli, que se trasladó desde la Comisión Nacional de Valores (CNV) con Biscay, mostró el cambio de enfoque en la gestión: dijo que "gran parte de las causas de la inflación tienen que ver con la capacidad de manejar los márgenes de ganancias de los grupos dominantes" e impulsó los controles sobre el sector financiero.
Además, volvió a plantear abiertamente la necesidad de reformar la Ley de Entidades Financieras, que impuso la última dictadura a poco de dar el golpe de Estado. Vanoli es uno de los economistas que consideran que el sistema financiero debe estar al servicio de la industrialización y el desarrollo y no a la inversa. Existen seis proyectos de reforma impulsados por los diputados Carlos Heller (Nuevo Encuento), Claudio Lozano (Unidad Popular), Federico Pinedo (PRO), Fernando “Pino” Solanas (Proyecto Sur), Alfonso Prat Gay (Coalición Cívica) y Gerardo Milman (GEN). Los últimos tres tienen el mandato vencido pero sus proyectos aún están vigentes y pueden ser debatidos en el Parlamento.