El cuerpo de Laureano Santos, de 26 años, fue encontrado en el Parque Nacional Torres del Paine, en el sur de Chile, por un guía turístico. Había sido visto por última vez el 25 de diciembre y buscado durante tres meses. La policía chilena intenta determinar las causas de la muerte.
Un joven ingeniero argentino, que había desaparecido hace casi un año, fue encontrado muerto en el Parque Nacional Torres del Paine, en el sur de Chile. El cuerpo fue encontrado por un guía turístico en un lugar que había rastrillado durante la búsqueda del hombre de 26 años. En las próximas horas del área de Criminalística y Forense de la policía trasandina analizará los restos para establecer las causas de su muerte.
Laureano Santos estaba desaparecido desde el 25 de diciembre. Dos días antes había entrado al parque, conocido por sus montañas, glaciares y senderos, para hacer trekking. Al parecer su idea era recorrer un circuito conocido como “O”, que rodea el perímetro del lugar. El lugar es complicado y aún más si las condiciones meteorológicas se complican.
A través de un comunicado la Corporación Nacional Forestal (Corfo) informó que el descubrimiento fue hecho por un guía de la empresa Cascada, Alejandro Muñoz, a unos 200 metros del sendero que une los campamentos Perro y Paso. En el lugar, que había sido rastrillado a principios de año por los equipos de búsqueda, encontraron además una mochila con los documentos que permitieron identificar el cadáver.
En la noche del 23 de diciembre Santos durmió en el refugio Dickson, dos días después se encontró con otros caminantes en el sector denominado Los Perros, uno de los más agrestes del Paine. Fue la última ocasión en que tuvo contacto con alguien.
La familia de Santos sabía que él debía regresar a su trabajo como ingeniero en el INVAP en Bariloche el 5 de enero y que ya tenía comprado un pasaje de avión para salir desde El Calafate. Santos primero había estado en el Perito Moreno, donde dejó en un hospedaje de El Calafate una mochila advirtiendo que estaría de regreso en unos días.
Durante casi tres meses integrantes de Carabineros, personal de Conaf, y miembros de distintas instituciones argentinas y voluntarios de Argentina y Chile lo buscaron hasta que decidieron abandonar las tareas. Su familia volvió a la Argentina cuando concluyó la búsqueda.