Equipo Argentino de Antropología Forense identificará víctimas del narcotráfico en México
Firmó hace días un convenio con la Procuración General de México, a partir de un reclamo de organizaciones sociales. El EAAF trabajará en la identificación de víctimas de la masacre de los 72 migrantes, de 193 cadáveres hallados en 2011 en fosas clandestinas de Tamaulipas y otros 49 cuerpos en fosas de Nuevo León.
El EAAF ya viene trabajando en varios países de Latinoamérica. Su prestigio ya es mundial.
Pablo Dondero
La madrugada del 23 de agosto de 2010, 72 migrantes que atravesaban el estado de Tamaulipas, en el noreste mexicano, para llegar a Estados Unidos, fueron asesinados por un comando de Los Zetas, el cártel narco más poderoso de México. Muchos de ellos forman parte de una larga lista de 25 mil cuerpos sin identificar que dejó el narcotráfico. A partir de un reclamo de un grupo de organizaciones sociales que luchan por los derechos de los migrantes y los desaparecidos, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) firmó hace unos días un convenio con la Procuración General de México para identificar los restos de las víctimas del crimen organizado.
El sueño del ecuatoriano Luis Freddy Lala Pomavilla por llegar a los Estados Unidos, después de un largo periplo por Honduras, Guatemala, y México llegó a su fin en Tamaulipas. Aquella madrugada del 22 de agosto, faltaban pocos kilómetros para que el convoy en el que viajaba junto a otros 75 migrantes llegara a la frontera. En plena ruta los interceptaron tres vehículos. Los narcos les ofrecieron sumarse a las filas de Los Zetas a cambio de seguir vivos. Los viajantes, en su mayoría centroamericanos, fueron fusilados. Lala Pomavilla logró sobrevivir. Los cuerpos de 72 compañeros fueron hallados en un rancho, acostados junto a una pared. Los cuerpos prolijamente acomodados uno junto al otro. Hoy, a tres años de la masacre, todavía quedan cuerpos sin identificar.
En seis años la guerra narco dejó un saldo de más de cien mil asesinatos, 300 mil desplazados y 27 mil desaparecidos. “La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) documentó 20 mil secuestros de migrantes”, explicó a Infojus Noticias Ana Lorena Delgadillo Pérez, miembro de la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho. “No se hubiera podido secuestrar a tantas personas y llevar a cabo estas masacres si no hubiera tanta tolerancia del Estado”, contó.
En marzo de 2011 la Fundación para la Justicia, junto a otras ONG que trabajan en torno a la problemática de la desaparición de personas y el EAAF –que ya había trabajado en México en casos de femicidio en Ciudad Juárez, y en otros países de Latinoamérica con migrantes desaparecidos-, expusieron ante la CIDH sobre “las principales deficiencias en identificación de restos y búsquedas de personas”. “En esa audiencia se propuso crear una comisión forense para poder identificar estos restos”, explicó Delgadillo Pérez.
Una vez creada la comisión, las organizaciones reclamaron a la Procuraduría General de la República (PGR) la necesidad de que sea el EAAF el encargado de trabajar en la identificación de las víctimas del crimen organizado en México.
El jueves pasado, cuando se cumplieron tres años de la masacre de los 72 migrantes, finalmente la Procuraduría, la Fundación para la Justicia, organizaciones sociales de Honduras, Guatemala y El Salvador, firmaron un convenio con el EAAF para el trabajo de identificación de desaparecidos.
“En el país no hay un patrón sistemático de cruce de información de restos no identificados con familias de desaparecidos, que pueden estar en México o en Centroamérica. No hay un registro de desaparecidos”, contó Delgadillo Pérez. “El EAAF creó bancos de información forense, documentó casos de migrantes desaparecidos en su tránsito por México y la llevarán para ser cruzada” con los restos hallados.
“Lo importantes es que el EAAF llega para colaborar. La Comisión Forense formó un equipo de forenses extranjeros, seleccionados y liderados por el Equipo Argentino y un equipo de forenses de la PGR. Este trabajo permite que podamos detectar buenas prácticas que serán institucionalizadas al interior de la Procuraduría”, agregó Delgadillo Pérez.
El EAAF trabajará en la identificación de las víctimas de la masacre de los 72 migrantes, de 193 cadáveres hallados en abril de 2011 en 47 fosas clandestinas de Tamaulipas y otros 49 cuerpos en fosas de Nuevo León.
En 2006, cuando el entonces presidente Felipe Calderón anunció el inicio de la llamada “guerra contra el narco”, las organizaciones criminales descubrieron en los grupos de migrantes una fuente de dinero y mano de obra a muy bajo costo. Atravesar las rutas mexicanas para llegar a la frontera se convirtió en una pesadilla para quienes abandonaban sus familias para cruzar el río Bravo. En muchos casos la propia policía y el ejército colaboraron en el secuestro de personas.
La respuesta del Estado mexicano ante la creciente desaparición de personas fue destinar a la búsqueda a un equipo de 14 investigadores. Cuando hallaban cuerpos en fosas comunes los quemaban y los entregaban a los familiares, en muchos casos sin siquiera comprobar que se tratara realmente de la persona buscada.
“Detrás de estos casos está el crimen organizado con la anuencia del Estado mexicano”, dijo Delgadillo Pérez. “Muchos de los migrantes son secuestrados para trabajos forzados o para trabajos de trata. Muchos otros no aparecen, entonces no sabemos. El problema es que no ha habido una investigación de fondo para saber qué ha pasado”, agregó.
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