La Presidenta promulgó el Código Civil y Comercial de la Nación, sancionado la semana pasada en Diputados. Al acto en el Museo del Bicentenario estuvieron miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, ministros, legisladores y gobernadores. El nuevo Código, que se unificó con el Comercial, entrará en vigencia en enero de 2016.
Se pusieron de pie y levantaron sus manos. En cada una de ellas había un ejemplar nuevo, apenas ojeado, del flamante Código Civil y Comercial. Eran los senadores y diputados, gremialistas y empresarios y militantes de las organizaciones sociales que llenaron el Museo del Bicentenario para no perderse la promulgación del texto. “No hay antecedentes de un tratamiento más democrático y abierto del que tuvo este Código Civil y Comercial. Es el instrumento más importante que rige la vida de las personas”, dijo la presidenta Cristina Fernández, apenas unos minutos después, en el inicio del discurso donde repasó cada una de las reformas: matrimonio igualitario, uniones convivenciales, nuevo tipos de contratos y adopción de integración.
“Estamos unificando ambos códigos. El Código Civil, que es de 1862, y el Comercial, que es de 1869, y estaban separados. Eran códigos literalmente de la época de las carretas”, afirmó Cristina antes de detallar el proceso de debate al que fue sometido el nuevo texto. Comenzó el 23 de febrero de 2011 cuando se firmó el decreto de creación de la Comisión de Unificación y Reforma del Código, que integraron Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Aída Kemelmajer de Carlucci. Los tres, junto a Eugenio Zaffaroni, la observaban desde la primera fila. A su lado estaba la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto.
El repaso continuó por las 29 reuniones, que incluyeron 18 audiencias públicas en todo el país, las dos mil ponencias realizadas, la elaboración del anteproyecto, las 168 modificaciones incluidas a la propuesta original. “Hoy es un día histórico: estamos promulgando el Código Civil y Comercial de la democracia. Hoy (por ayer) hace dos años y cuatro meses que giramos al Legislativo del proyecto del Código”, subrayó.
Era una respuesta con datos concretos para la ausencia de los diputados opositores durante el debate de la semana pasada en la Cámara baja. Allí se aprobó el nuevo Código Civil y Comercial sin la presencia de los diputados de la UCR, la Coalición Cívica, el PRO ni el Frente Renovador: cuestionaron el texto y se fueron del recinto. Por la mañana habían hecho una denuncia penal contra el presidente de la Cámara baja, Julián Domínguez, quien no pudo estar en el acto de promulgación porque estaba enfermo.
“Debemos decir que a diferencia del Código de Vélez Sarsfield es un producto cultural auténticamente argentino, hijo de la democracia, no pertenece a ningún partido político ni gobierno. Es el Código Civil y comercial de la democracia", afirmó Cristina desde el escenario. A unos metros más atrás, sentados a una mesa, estaban el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak; el secretario de Justicia, Julián Álvarez; y su par de Derechos Humanos, Martín Fresneda. Del otro lado, del escenario, sentados en sillas pintadas de dorado, se habían ubicado los ministros del Gabinete nacional y varios gobernadores.
Esas características fueron destacadas, al término del acto, por el ministro Alak, quien sostuvo que la “oposición participó activamente en todo el programa de participación ciudadana que se puso en práctica para discutir el Código Civil unificado”. También por el secretario Álvarez, quien ponderó la “adecuación del Código a la vida moderna” y señaló que el nuevo texto es parte “de una serie de iniciativas y reformas legislativas iniciadas con el digesto jurídico”.
Desde las primeras filas aplaudían uno de los vicepresidentes de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Urtubey; el titular de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Osvaldo Cornide; y grupo de diputados del Frente para la Victoria que llevaron la voz cantante en la Cámara baja: Juliana Di Tullio y Diana Conti. A su lado estaban los diputados Mayra Mendoza y Eduardo “Wado” De Pedro, y el titular de la CGT, Antonio Caló.
Un poco más atrás se acomodaron otros diputados como Horacio Pietragalla, Edgardo Depetri, Liliana Mazure, Adela Segarra y Marco Cleri. También gremialistas como el secretario Gremial del Sindicato de Comercio, Sergio Ortiz, y el dirigente radical Leopoldo Moreau.
“De qué sirven las leyes de la democracia si están tan altas que el pueblo no puede acceder a ellas”, dijo la jefa de Estado al citar a Hegel. Fue justo antes de repasar los cambios del nuevo texto, que comenzó por el “principio de igualdad y diversidad”. Esa mención fue festejada por José María Di Bello –quien protagonizó el primer casamiento entre dos hombres que necesitó de un fallo judicial- y le gritó bravo. Cristina hizo un silencio y repitió: “Principio de igualdad y diversidad, que parecen lo mismo, diría Silvio Rodríguez, pero no es igual.
También despejó un mito y dijo que el Código Civil anterior no contenía una coma sobre la responsabilidad del Estado y aseguró que el nuevo Código brinda “en materia monetaria, certeza, seguridad y certidumbre para todos”. Insistió: “Para los bancos, para los usuarios, para los consumidores”.
Entre los cambios realizados al texto redactado por Dalmacio Vélez Sarsfield en el siglo XIX, que aquel Congreso “sancionó a libro cerrado”, tenía como sujeto al hombre pero ahora aparecen también la mujer y el niño como sujetos de derecho. “Era un código liberal y como tal parecía solo el derecho individual, nosotros incorporamos los derechos colectivos", agregó.
En ese sentido, también destacó la creación de la figura de la sociedad unipersonal, que “permite la fundación de una empresa de forma diferenciada respecto del patrimonio personal”. Aclaró: “No será necesario recurrir a la ficción de convocar a otros para crear sociedades ficticias”.
Además destacó que incorpora los "principales tratados internacionales" suscritos por la Argentina en materia de derechos humanos, incluidos en la Constitución Nacional a partir de la reforma de la Carta Magna de 1994. "Así como la reforma constitucional del '94 incorporó los principales tratados internacionales en materia de derechos humanos, estos son receptados en este Código", dijo Cristina al hablar por cadena nacional.
"Lo que uno quiere es a sus hijos, a sus nietos, es dejarles un mejor país y que cuando hacemos esta presentación y la próxima del código de procedimiento penal para estar acorde a todas las provincias, lo hacemos con esta sana y clara intención de lograr que a la gente se le simplifiquen las cosas y pueda vivir mejor", afirmó Cristina y subrayó: “Este Código Civil y Comercial plasma parte de todas las conquistas sociales, políticas, que hemos logrado en estos años".