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Las detenciones de travestis en la zona sur y en Flores, los abusos de la Policía Metropolitana en Saavedra, el caso Kiki Lezcano y el juicio por la represión del 19 y 20 de diciembre de 2001 fueron algunos de los temas sobre los que se debatieron hoy en la I Jornada de reflexión sobre violencia institucional en la Legislatura porteña.

En tres paneles desplegados durante toda la jornada hablaron las víctimas en primera persona, los actores de la Justicia y también representantes del legislativo. El cierre estuvo a cargo de Pablo Ferreyra, presidente de la Comisión Especial de Prevención y Seguimiento de la Violencia Institucional y legislador de Seamos Libres; Marcelo Saín, diputado de la provincia de Buenos Aires por Nuevo Encuentro y la titular de Justicia Legítima, María Laura Garrigós de Rébori. La sala estaba repleta, en su mayoría, con público joven.

"Esto es un problema político que solo mediante el debate democrático vamos a poder superar", dijo Garrigós de Rébori cuando fue su turno de hablar sobre las “Líneas de acción del Estado” en la materia. La jueza de la Cámara del Crimen reflexionó sobre la relación de la policía con la sociedad con una anécdota personal. “Cuando era chica el policía te saludaba cuando salías de la escuela. Hace poco un hijo adolescente tenía que ir hasta un lugar que no conocía y yo le recomendé preguntarle a un policía y no quiso. Un hijo de una jueza penal que tenía contacto con la policía diariamente y, sin embargo, le tenía miedo a la policía. ¿Qué pasó en el medio? La dictadura”, relató la titular de Justicia Legítima.

Garrigós de Rébori también llevó a la mesa los episodios del último diciembre y la rebelión policial. “La policía es una corporación. Pudieron haber llegado a derrocar gobiernos porque tienen las armas”, dijo. Y, en ese sentido, opinó sobre las condiciones laborales de los efectivos y la necesidad de espacios para sus reclamos. “Ser parte de las fuerzas de seguridad no es una tarea sencilla, en relación a los sueldos y al régimen al que están sometidos. Si nosotros vamos a tener fuerzas de seguridad armadas, tenemos que pensar mecanismos de reclamos de sus necesidades gremiales. Yo trabajo con policías cotidianamente. Se tienen que comprar los zapatos, el uniforme, las balas para las prácticas de tiro”, dijo.

“La política le dio a la policía el gobierno de la seguridad pública”

A su turno, el diputado provincial Marcelo Saín habló desde su experiencia como sociólogo y como ex interventor de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). “Hacer uso debido de la fuerza es un problema democrático. Los protocolos establecen todo lo que no pueden hacer pero no dicen qué es lo que deben hacer con tanta claridad”, opinó.  El diputado provincial desarrolló su teoría sobre el “doble pacto”: “La política le dio a la policía el gobierno de la seguridad pública. El comisariato establece lo que pasa en la sociedad y dice cómo tiene que intervenir. El Estado acepta la recaudación ilegal de fondo, calla la violencia institucional”.

“Hay prácticas de violencia institucional ilegal que están naturalizadas. Pero lo natural no significa que sea legal”, cuestionó. Y, a su vez, expuso su propuesta para un cambio. Saín apuntó a tres cuestiones que tienen que ser reformadas de la policía: el sistema militarizado de formación, el sistema de control endeble y el problema de la agremiación. “Al  policía se lo adiestra a través del uso de la fuerza, el buen policía es el sumiso a la superioridad. La pertenencia a la institución es más importante que su presencia en la calle. No es un sujeto reflexivo”, explicó. En la misma línea que la titular de Justicia Legítima, Saín agregó: “No tienen derecho a la agremiación porque la clase política se resiste”. “Todo esto se soluciona con una reforma policial y superando la mirada del progresismo pacato”, cerró su exposición.

Para terminar, Ferreyra como anfitrión agradeció a los expositores y celebró la realización de la jornada. “Queremos ser una vitrina de casos que tiene la Ciudad. Queremos que los principales participantes sean los familiares de víctimas y los jóvenes”, expresó. El legislador porteño fue contundente: “tenemos que hacernos cargo de las prácticas abusivas. No podemos seguir echándole la culpa a la herencia de la dictadura”.

La actividad duró todo el día: arrancó a las 11 con una mesa sobre “Las fuerzas de seguridad en los barrios”. En este panel expusieron Angélica Urquiza, mamá de Jonathan “Kiki” Lezcano, asesinado por un oficial de la Policía Federal en la Villa 20; referentes del Movimiento Evita, en barrio Mitre y Luciana Sánchez de Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del Aborto. A las 14. 30 el eje de la charla fue la Justicia.

En el panel “Acceso a la justicia: el rol del Poder Judicial, el Ministerio Público y las organizaciones sociales”, hablaron Julián Axat, coordinador del Programa de Acceso Comunitario a la Justicia del Ministerio Público Fiscal; Maximiliano Medina, abogado del Área de Violencia Institucional y Políticas de Seguridad del CELS; Juan Manuel Combi, abogado de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de la delegación La Matanza; y Gabriela Carpineo, abogada y docente en la Villa 21-24 y dirigente de USINA. Esta mesa estuvo coordinada por el periodista Hernán Cocchi.