El diputado nacional del Frente para la Victoria declaró hoy ante el Tribunal Oral Federal 5 por el secuestro y la desaparición de sus padres, Alicia Alfonsín y Damián Cabandié. “Para nosotros vengarnos es ser felices", dijo en el juicio de la megacausa ESMA.
El diputado nacional del Frente para la Victoria, Juan Cabandié, declaró hoy ante el Tribunal Oral Federal N°5 de Capital Federal por el secuestro y desaparición de sus padres Alicia Alfonsín y Damián Cabandié. “Para nosotros vengarnos es ser felices", dijo en el juicio de la megacausa ESMA, donde son juzgados 66 imputados por delitos de lesa humanidad.
Pasadas las 11, Cabandié llegó a los Tribunales de Comodoro Py acompañado de su mujer y su segundo hijo, un bebé de apenas dos meses. La querella del CELS fue la primera en preguntarle qué información tenía de la desaparición de sus padres y qué sabía sobre su nacimiento en la ESMA.
Ante los jueces Daniel Obligado, Adriana Palliotti y Leopoldo Bruglia, Cabandié -que es un nieto restituido- contó que a través de relatos de sus familiares y documentos supo que su papá militaba en Montoneros y tenía 19 años cuando fue secuestrado. El 23 de noviembre de 1977 fue interceptado por un grupo de tareas cuando salía de su trabajo en la estatal ENTEL, que estaba en la calle Defensa 143. Horas después, otra patota secuestró a su mamá, que tenía 16 años. Fue en las inmediaciones de la casa de la calle Solís al 800. “Estaba embarazada de cinco meses y la arrastraron de los pelos hasta una camioneta que tenía un logo de productos alimenticios”, contó Cabandié.
Según testimonios, Cabandié supo que sus padres fueron reunidos en el centro clandestino de detención Club Atlético, ubicado en la Avenida Paseo Colón, que estaba bajo la órbita de la Policía Federal. Cuando a ese lugar lo demolieron fueron llevados a otro centro, El Banco. Después a Alicia la trasladaron a la ESMA. De Damián no se supo más nada. “Mi mamá llegó el 25 de diciembre a la Sardá clandestina de Massera y estuvo detenida hasta dos semanas después de mi nacimiento, a fines de marzo del ‘78”.
Cabandié contó que habló con ex detenidas, compañeras de cautiverio de su mamá en la ex ESMA: Graciela Daleo, Sara Solarz de Osatinsky, Beatriz Elisa Tokar. “Según ellas, mi madre descreía que se fuera a reencontrar con mi padre en un lugar de recuperación y tampoco creía que la carta que le sugirieron escribir a sus padres llegara a destino”. También relató que el parto fue asistido por el médico Jorge Luis Magnacco. El represor cumple prisión en Marcos Paz por ser médico de partos clandestinos.
La apropiación
Con tono pausado, Cabandié recordó a su apropiador Luis Antonio Falco, ex miembro de Inteligencia de la Federal. “El 2 de abril de 1978 convocó a amigos y familiares y me presentó como su hijo. Los documentos falsos decían que había nacido ese día en el Hospital Penna”.
Entre los amigos de Falco estaba el ex comisario de la Policía Federal Samuel Miara, apropiador de los mellizos Matías y Gonzalo Reggiardo Tolosa.
“Mi infancia no fue normal, sufrí padecimientos psicológicos y físicos”, dijo Cabandié. En 2011, Falco fue condenado a 18 años por la apropiación. “A los 15 años leí el Nunca Más: estaba en la biblioteca de esa casa junto con otros libros que refutaban esa teoría o que apoyaban el nazismo”, agregó.
“Tenía un estilo de vida encorsetado, protegido. Iba al colegio y al club de la Policía Federal. Por eso tuve una resistencia fuerte de Falco cuando decidí estudiar Psicología”.
La búsqueda de identidad
En 2002, Cabandié empezó a preguntarse por su identidad. Tenía dudas y decidió contárselo a su hermana, Vanina, hija biológica de los Falco. “Ella siempre fue incondicional. Tenía una militancia de izquierda en la Facultad de Filosofía y Letras. Eso no me gustaba. En aquel tiempo yo era conservador, producto de mi educación”, dijo, sonriendo. A unos metros de distancia y sentada en primera fila del público, ella dijo en voz alta: “Muy conservador”, y sonrió.
“Mi principal elemento era la intuición: un padre no podía tratar a su hijo como Falco me trataba a mí a menos que yo fuera hijo del enemigo. También sentía temor y culpa por lo que podía pasarle a la mujer que me crió, pero mi hermana me dijo que tenía que buscar mi identidad”. Cabandié contó que fue a Abuelas de Plaza de Mayo y se hizo el estudio de ADN.
“El 26 de enero de 2004 sonó mi teléfono celular. Yo estaba caminando en Plaza de Mayo. Fui hasta la Conadi (Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad) y ahí supe que yo era Juan Cabandié, que había nacido en la ESMA y que era hijo de Alicia y Damián”. Un aplauso rotundo se sintió en la sala del público, lleno de militantes jóvenes.