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Los restos mortales de Rodolfo Mattarollo descansan desde hoy en el Río de La Plata. En un acto emotivo, sus tres hijos y su esposa, sus amigos de toda la vida y otros dirigentes asistieron esta tarde a su despedida, cuando esparcieron sus cenizas en el agua, frente al Parque de la Memoria. “Fue uno de esos seres irrepetibles, de una cultura enorme, que se destacó en todo aquello en lo que emprendió. Fue abogado, periodista, diplomático y dirigente, pero también eximio violinista, capaz de escribir poesías en varios idiomas”, contó a Infojus Noticias el subsecretario de Protección de Derechos Humanos, Luis Alén.

El acto fue motorizado por sus hijos Bruno, Laura y Ana, y por su viuda, Beatriz. Después de las cenizas, se arrojaron flores. El secretario de Derechos Humanos Martín Fresneda agradeció en nombre del Estado sus aportes en la gestión e implementación de políticas humanitarias. También Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo línea Fundadora, y Ángela Catalina Paolin de Boitano, "Lita", dirigente de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, tomaron la palabra para evocar recuerdos personales del diplomático fallecido el miércoles. Lita recordó las puertas que abrió desde el exilio a los familiares de detenidos desaparecidos. Luego Ciro Annichiarcco, abogado de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, leyó un poema.

También asistieron Gastón Chillier, director ejecutivo del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS); Víctor Abramovich, secretario ejecutivo del Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del Mercosur, y José Ernesto Schulman, secretario nacional de la Liga argentina por los derechos del hombre.

“Dejó muchísimos proyectos para implementar, porque era un tipo que no se cansaba nunca, Por ejemplo, recopilar los aportes que la Argentina hizo desde la década del 60 hasta el presente”, dijo Alén.

Como abogado, Mattarollo defendió a militantes que fueron presos políticos durante el terrorismo de Estado. Desde el 2 de julio de 2003, Mattarollo se desempeñó como jefe de Gabinete de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y el 30 de junio de 2005 asumió como subsecretario de Promoción y Protección de Derechos Humanos, bajo la administración de Eduardo Luis Duhalde. Como diplomático, aportó sus saberes en Etiopia, Sierra Leona, Bolivia, Haití y el Salvador.

“Pudiendo haber elegido otros lugares, siempre iba a los lugares más castigados. En Haití, la comunidad lo recuerda muchísimo”, detalló Alen. “Era un tipo íntegro, de grandes principios y firmeza”, completó.

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