Tiene una pena considerada "menor", que cumple en una cárcel federal. Los jueces revocaron un fallo de primera instancia del TOC N° 2 que le había negado transitar los últimos meses de gestación en su domicilio por "riesgo social de la vivienda".
Una mujer que cursa su último mes de embarazo podrá continuar su detención en su domicilio. Así lo dispuso la Sala II de la Cámara de Casación Penal que revirtió un fallo de primera instancia.
En mayo de este año, investigada por un delito que tiene una pena considerada “menor” por su defensa, la mujer detenida en una cárcel federal pidió transitar los últimos meses del embarazo en su domicilio. Pero los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 se lo negaron: se basaron en un informe de una comisaría con jurisdicción en la zona “donde proponía vivir la imputada”, que daba cuenta del “riesgo social de la vivienda”.
Los camaristas consideraron equivocada esta apreciación porque no puede hacerse cargo al niño “con la imposibilidad que pudiera tener el Patronato de Liberados, como parte integrante del Estado, de ejercer un correcto control sobre quienes pesa una modalidad de detención diferente por vivir en una zona de riesgo”.
Los jueces Alejandro Slokar, Ángela Ledesma y Pedro David sostienen que por exigencias de orden internacional y constitucional, ningún parto puede tener lugar en prisión por “atentar contra la dignidad de la madre y de su hijo, quienes resultan acreedores de protecciones especiales por su posición de desventaja y vulnerabilidad y guardan necesidades específicas que no pueden reunirse en el encierro carcelario”.
Los magistrados recurrieron a estudios e informes oficiales, entre ellos Violencia de género. Estrategias del litigio para la Defensa de los Derechos de las Mujeres de la Defensoría General de la Nación (2012), que señala como prioritario preservar el vínculo entre madre e hijo “fuera de los muros de la cárcel”. También citaron La criminalidad femenina ¿Madres e hijos en prisión? La degradante complejidad de una atribulada problemática, obra publicada en 2007 por Jorge Kent, que alertó sobre el crecimiento de la población carcelaria femenina (“superior al 200% en los últimos 15 años) que obliga además a “una asistencia más intensa como grupo subvulnerado” y a “ensayar estrategias penales más idóneas económica y socialmente y, por sobre todo, menos crueles que la de la prisión”.