Durante una conferencia de prensa, la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-CTERA) junto a agrupaciones de estudiantes y organismos de derechos humanos tildaron de “antidemocrática” la iniciativa del diputado macrista Julián Obiglio que prohíbe a los menores de 16 años participar de marchas políticas.
La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-CTERA) junto a organismos de derechos humanos, agrupaciones de estudiantes y organizaciones sindicales expresaron su rechazo al proyecto del PRO que prohíbe a los menores de 16 años participar de marchas políticas. Brindaron una conferencia de prensa en la sede de la asociación de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, en Riobamba 34, y calificaron al proyecto del diputado Julián Obiglio como “antidemocrático” y “retrógrado”.
"Estamos aquí para manifestar nuestra oposición al proyecto", dijo Eduardo López de UTE. “El PRO tiene una estigmatización muy grande hacia la juventud, como se demostró con el 0-800 o con la presencia de Ciro James en el Ministerio de Educación", apuntó López. El representante del gremio de docentes recordó que en aquella oportunidad, el gobierno porteño pretendía que los maestros entregaran listas con los nombres de los chicos que participaban de los reclamos edilicios. "Si se corta la luz, si falta agua en una casa, los padres no podrían llevar a sus hijos con ellos para protestar", agregó López.
Por su parte, Nicolás Marturano, de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), consideró que el proyecto atrasa "ya no en blanco y negro, directamente en sepia". Marturano, que integra la Secretaría Nacional de la Niñez, la Adolescencia y la Familia (Senaf) del sindicato, habló de “demonización” de la política y apuntó contra el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri: "¿A qué le temerá éste señor, que sí ejerce la política, para pretender que ni sus propios hijos puedan participar?"
"Mis nietos iban a las marchas cuando eran chiquitos, agarrados del cuello de sus padres, porque nuestros hijos habían desaparecido y teníamos que salir a buscarlos", dijo la Abuela de Plaza de Mayo, Buscarita Roa. "Nuestros hijos tenían ideales políticos y por eso los mataron. Ahora, como nos los pueden matar, los quieren hacer callar”, expresó la abuela, quien consideró que los adolescentes van a seguir participando “porque ésa es la herencia que nos dejó Néstor Kirchner".
Participó también Alicia Piatti, integrante de la asociación de Familiares, quien explicó que "la formación de un niño en cuanto a su identidad no es sólo personal sino también social, y eso es lo que intentan quebrar con este proyecto".
Martina Garbarz, integrante de una agrupación política de la Facultad de Derecho de la UBA, “14 Bis”, se encargó de criticar el proyecto en términos legales. "Es restrictivo de los derechos de niños, niñas y adolescentes. Viola la Convención de los Derechos del Niño, que consagra la libertad de expresión y de asociación, así como la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, y la ley 26.061 de protección de los niños", señaló.
El proyecto presentado por el macrista Obiglio tiene nueve artículos, pero el espíritu general se resume en el primero: “Queda prohibida la concurrencia, presencia y/o permanencia de menores de 16 años de edad, en protestas sociales, manifestaciones o marchas de índole partidario, sindical, social o político”. El proyecto prevé multas para los padres de los chicos que incumplan la ley, consistentes en “cursos” para educar a sus hijos.
Adhirieron a la conferencia la Federación de Estudiantes Secundarios (FES) y el organismo de derechos humanos, HIJOS.