Después de que mujeres marplatenses explotadas en España lograran escaparse de un prostíbulo, comenzó una investigación que ya concretó las primeras detenciones. Ahora, el español Francisco José Carlos Serrano Sanz llegará en diciembre a la Argentina después de que lo extraditaran por trata.
Apenas vieron la oportunidad, escaparon. Las seis mujeres corrieron a una remisería cercana, pidieron un auto y marcaron el destino: el Consulado Argentino en Madrid, España. El auto atravesó los 42 kilómetros que hay desde la localidad de Pedrezuela y recién entonces pudieron contar su historia. Las seis habían sido engañadas con una importante propuesta económica para emigrar desde Mar del Plata a Europa. Las seis terminaron encerradas en un prostíbulo. En el Consulado atendieron la situación: después de un vuelo directo a Buenos Aires y el viaje a Mar del Plata las víctimas denunciaron ante la Fiscalía Federal 2 todo lo vivido. La causa comenzó su camino hasta concretar las primeras detenciones. Un marplatense fue apresado después de estar prófugo durante seis meses. También dos mujeres acusadas de reclutar y acompañar a las víctimas hasta su macabro destino. A estos tres, se suma un español, Francisco José Carlos Serrano Sanz, quien llegará en diciembre a la Argentina, después de que el Consejo de Ministros del Reino de España concediera, a principios de este mes, su extradición. Esta es la primera vez que un español es extraditado a la Argentina por una causa de trata de personas con fines sexuales.
El español Serrano Sanz era el encargado del club nocturno “El Mirador”. Su socio en Argentina, Luis Ituarte, aparentemente dedicado a la compra y venta de autos. Juntos –con la participación al menos de dos mujeres– formaban parte de una red de trata de mujeres destinadas a la explotación sexual.
Las víctimas
“El perfil de las víctimas de esta red es similar al de todas estas organizaciones delictivas: mujeres jóvenes, buena presencia, de clase media, algunas con estudios terciarios, con un perfil económico bajo, sin posibilidades de conseguir un trabajo y casi siempre con personas a su cargo, la mayoría de las veces hijos”, explicó a Infojus Noticias el fiscal Pablo Larriera, a cargo de la investigación. La propuesta empezaba con una oferta que prometía vivienda en un lujoso hotel de Madrid, comida a la carta, onerosas ganancias económicas –unos 70 mil pesos en tres meses–, gastos de traslado, alojamiento y comida a cargo de quienes serían sus empleadores y el 50 por ciento del dinero surgido de las copas, los bailes y, según contaron algunas de las víctimas, también de los pases que harían en el club nocturno.
“Nunca esperaban tener que someterse a un régimen de prostitución como al que fueron sometidas cuando llegaron al lugar”, contó el fiscal. Además, las condiciones prometidas distaban mucho de lo real: apenas llegaban al Mirador, se les informaba que tenían sobre sus espaldas una deuda por los gastos de pasaje y pasaporte con intereses incluidos. Las mujeres eran encerradas en pequeñas piezas, se les retenían 50 euros diarios en concepto de vivienda y comida, y si querían calefacción o el control remoto de la televisión, tenían que aumentar la cuota. Si intentaban resistirse a lo pedido por los tratantes eran sometidas a violencia física. “Cuando llegamos nos encontramos en condiciones muy precarias, de comer nos daban alitas de pollo y ensalada, no nos daban plata, y nos quitaron lo poco que llevábamos. Nunca vimos un peso de nada”, cuenta una de las víctimas en el expediente.
En este sentido, el juez federal Santiago Incausti se refirió en la instrucción de la causa a la situación de captación de las mujeres: “Sus expresiones y el consentimiento que han prestado deben ser analizados en un contexto donde tal ‘voluntad’ no implica la ausencia de indicadores de trata, sino la presencia de otros elementos, como las carencias sufridas, y una situación de vulnerabilidad y desamparo extremos que viene a robustecer, en la víctima, la percepción de ausencia de mejores condiciones de vida a las ofrecidas por sus captores”.
La investigación
La idea de la fuga empezó a crecer entre las seis marplatenses. Algunas llevaban unos 20 días encerradas otras, poco menos de una semana. Una madrugada, una de ellas pidió permiso a Serrano Sanz para salir junto a sus compañeras a festejar el cumpleaños de una de ellas. El hombre se negó y después de insultarla la agredió físicamente. Fue la gota que rebasó el vaso: las seis esperaron el momento justo y salieron corriendo por la ruta hasta alcanzar la remisería.
La investigación llegó a determinar que Luis Germán Ituarte operaba en un departamento del centro de la ciudad de Mar del Plata. Hasta ahí y a la casa del Ituarte llegó la justicia en un allanamiento simultáneo. Además de documentación importante para la causa, en la casa del imputado encontraron armas y droga. En un descuido, Ituarte pudo escapar. Seis meses estuvo prófugo hasta que lo encontraron en Córdoba en una carrera de galgos. Desde entonces está preso en la cárcel de Marcos Paz, acusado de liderar junto al español Serrano Sanz, la red de trata.
Gisela Jazmín Sama y Paula Giménez también están detenidas. Ambas esperan el juicio oral con prisión domiciliaria. Están acusadas de ser las captadoras y acompañantes de las víctimas.
El español Serrano Sanz fue detenido en su país a pedido de la Justicia argentina imputado como socio comercial Ituarte. Se le atribuye haber “haber captado, trasportado y acogido, con abuso de la situación de vulnerabilidad en la que se encontraban las víctimas, y con el fin de explotar económicamente el ejercicio de la prostitución ajena en el complejo ‘Club El Mirador’”. La semana pasada, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación le informó al Juzgado Federal N°3 de Mar del Plata, que el pedido de extradición del fiscal Pablo Larriera y el titular de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), Marcelo Colombo, había sido concedido –en un hecho inédito– por el Consejo de Ministros del Reino de España. Con este, serán cuatro los detenidos que esperan el juicio oral. Pero la investigación sigue, no se descarta que surjan nuevos imputados.