Alejandro Burzaco y Hugo y Mariano Jinkis apelaron el rechazo al pedido de exención de prisión. Están prófugos y con pedido de extradición a Estados Unidos. Los acusan de cobrar sobornos para la comercialización de los campeonatos de la FIFA.
Los tres empresarios argentinos imputados en la causa por corrupción en la FIFA siguen prófugos. La Justicia Federal negó las eximiciones de prisión presentadas por los defensores de Alejandro Burzaco, presidente de Torneos y Competencias S.A y Hugo y Mariano Jinkis, directores de la empresa Full Play. Ahora, la causa por las extradiciones quedó en manos del juez Claudio Bonadio con intervención del fiscal Eduardo Taiano. Ante este tribunal se presentó hoy la apelación para que se vuelva a analizar la posibilidad de evitar las detenciones. Paralelamente al proceso por las capturas con fines de extradición, tramita en la Fiscalía Federal a cargo de Diego García Berro la denuncia penal presentada por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) por los delitos de evasión tributaria, asociación ilícita fiscal y lavado de dinero.
Burzaco y los Jinkis están acusados de pagar “sistemáticamente más de u$s150 millones en sobornos y comisiones ilegales para obtener medios de comunicación y los derechos de comercialización lucrativa para los torneos internacionales de fútbol”, se detalló un documento del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
El juez Martínez de Georgi fue quien definió denegar las excarcelaciones. Poco antes, el fiscal Federico Delgado se había expresado en el mismo sentido. El principal argumento: la posibilidad de que los tres empresarios se dieran a la fuga. Y esto no solo radica en las condiciones económicas de los imputados, sino también que el delito de “conspirancy” tiene una la expectativa de pena en los Estados Unidos de 20 años de prisión. Para el juez, fue determinante a la hora de firmar la negativa que ninguno de los tres se puso a derecho. A pesar de que los tres tienen representantes legales, ninguno fue hallado cuando Interpol fue a los domicilios fijados ante la justicia.
Desde entonces los tres fueron considerados prófugos y pesa sobre ellos la prohibición para salir del país –en caso de que ya no lo hayan hecho– y el pedido de captura nacional, bajo la tutela de la justicia argentina e internacional a pedido de los Estados Unidos.
Martínez de Georgi explicó que en el proceso de extradición no se analizan culpabilidades, sino se busca establecer si el pedido que hace Estados Unidos está basado en un delito tipificado, que tenga como mínimo previsto un año de pena, que no esté prescripto el hecho y que en caso de ser condenados no se le vaya a imponer una pena como la pena de muerte. Por otro lado, Delgado explicó que el rol del Ministerio Público durante estos procesos es representar al Estado que solicitó la extradición, en este caso Estados Unidos.
La investigación para dar con el paradero de los prófugos incluyó un pedido de informes a migraciones para conocer los movimientos de los imputados. Sobre todo para el caso de Burzaco quien días antes de que estallara el escándalo en la FIFA desde su cuenta de twitter había dicho que estaba en Londres a punto de viajar a Suiza para asistir al congreso de la Federación.
Ahora, será Bonadio quien tendrá que definir cuál será el destino procesal de los tres acusados.
Télam/JC/PW