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Google y Yahoo renunciaron a un recurso de queja ante la Corte Suprema de la Nación en una causa iniciada por Paola Krum en 2007. La demanda era por dirigir la búsqueda de su nombre a páginas pornográficas. La Cámara Civil había condenado a las empresas a indemnizar a la actriz con más de 90 mil pesos y ahora quedó firme la sentencia. Otros dos fallo recientes condenaron a las empresas por el mismo motivo a resarcir económicamente a modelos con una cifra que supera los 400 mil pesos.

Krum había pedido una indemnización por 300 mil pesos por los daños y que se obligara a  las empresas a eliminar las vinculaciones de su nombre con las páginas web pornográficas.

El reclamo fue rechazado en primera instancia por el juez Juan Pablo Rodríguez, a cargo del juzgado Civil N° 62, ya que sostenía que el buscador “no es el creador del contenido dañoso, ni tampoco el administrador del sitio donde el mismo se aloja”. La actriz, mediante su abogado Martín Leguizamón, apeló la sentencia.  

Allí entró en juego la Cámara Civil, que a diferencia de Rodríguez, sí hizo lugar al reclamo de la actriz. Las juezas Marta del Rosario Mattera, Beatriz Verón y Zulema Wilde, consideraron culpable del daño a los buscadores. Previo a la sentencia, Google se defendió explicando que “no publica, selecciona ni edita contenidos, mucho menos efectúa esas operaciones en forma manual” puesto que ello “forma parte de un proceso automatizado que permite brindar al usuario la mayor y mejor cantidad de resultados en el menor tiempo posible”.

Las juezas sostuvieron en esa sentencia que los pedidos de la actriz “no persiguen evitar una crítica, ni vedar la difusión de un pensamiento o una idea, ni silenciar algún tema relacionado con el interés público”, sino que, por el contrario, el objetivo es “la defensa de valores particularmente protegidos por el ordenamiento jurídico nacional e internacional” e impedir “la propagación de la actividad ilícita de quienes utilizan su nombre y/o imagen para publicitar engañosamente sitios vinculados con el comercio sexual o la pornografía”.

Después de esto, Google recurrió a la Corte Suprema con un recurso de queja pero finalmente desistió de su presentación dejando virtualmente el caso como lo que se conoce como “cosa juzgada”.

Dos sentencias más contra Google y Yahoo

En los últimos días la Justicia Civil falló otras dos veces contra los motores de búsqueda en causas relacionadas con modelos o personas públicas. Las dos sentencias fueron dictadas por la sala L de la Cámara Civil, integrada por los jueces Marcela Pérez Pardo, Lily Flah y Víctor Fernando Liberman.

El 10 de diciembre pasado las condenó a indemnizar con 135 mil pesos a la modelo Evangelina Carrozo, recordada por su intromisión en una reunión de mandatarios realizada en Viena, en medio del conflicto por las papeleras ubicadas en Fray Bentos, Uruguay. Se trata de una causa similar que la de Paola Krum y en la que la modelo también solicitó que se reparara el daño que provoca el vínculo “de su nombre, imagen y fotografías a sitios de contenido sexual, erótico, pornográfico, de acompañantes u oferta o tráfico de sexo, a los cuales se accede a través de los buscadores demandados”.

La otra sentencia que condena a los motores de búsqueda es de noviembre pasado y beneficia a María Soledad Solaro Maxwell. La modelo le ganó un juicio donde ordenaron que sea indemnizada con 280 mil pesos por parte de las empresas “por el uso comercial -no autorizado- de su imagen, incluyéndola y vinculándola en sitios web de contenido sexual, erótico y pornográfico”.

En esta sentencia (firmada solo por Liberman y Pérez Pardo) uno de los jueces, Liberman, fue muy directo y sostuvo: “Tengo entendido que Google, Yahoo y demás buscadores son enormes empresas comerciales, y no fundaciones o asociaciones civiles sin fin lucrativo o de bien público”. Para el juez, “la gratuidad de acceso para el común no quita que lucran con publicidad directa o indirecta, y con una enorme gama de productos”. “¿No es responsable acaso la empresa periodística o de medios por la difusión de contenidos ofensivos o dañosamente erróneos?”, se preguntó. Y respondió con su fallo.