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Doce mujeres vestidas de fiesta, munidas de lentes, bastones y chalinas celestes con el logo de Abuelas de Plaza de Mayo, subieron al escenario y el público las ovacionó. La Ballena Azul, el imponente auditorio del Centro Cultural Kirchner, ayer funcionó de salón de fiesta, con la celebración del cumpleaños 38 de Abuelas de Plaza de Mayo. Y aunque la sala estaba repleta, el clima del festejo fue el de una reunión familiar. Hubo música en vivo, videos, invitados especiales, recuento de logros,  aplausos infinitos. Todo regado con el humor y el desparpajo de quienes bucearon en la profundidad del dolor y lo transformaron en la lucha que logró restituir la identidad a 117 nietos.

Cada familia tiene  sus personajes histriónicos, y en la de Abuelas, ese lugar lo ocuparon los nietos Leonardo Fossati y Manuel Gonçalves Granada. Una vez más estuvieron a cargo de la conducción de la fiesta.  “Estamos acá porque gracias a las Abuelas podemos decir quiénes somos”, arrancó Manuel.  “Estas mujeres bellas y fuertes hicieron todo esto”, dijo Leonardo.  Se disculparon y adviertieron que no seguirían un protocolo, dieron por saludados a funcionarios y embajadores presentes, y destacaron: “Cada año necesitamos encontrar un lugar más grande y más lindo para los festejos”. En primera fila, la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto, la vice, Rosa Roisinblit, y otras integrantes de la institución los escuchaban sonrientes. Sobre el escenario, una ilustración de Martín Trillo -una abuela trepada a un árbol y mirando a través de un catalejo- recordaba el camino recorrido: 38 años buscando la verdad.  

Después, la pantalla mostró un video con retratos íntimos de abuelas y nietos, un trabajo de Hernán Churba en clave poética. Cerraba con una frase de Borges: “Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento: el momento en que el hombre sabe para siempre quién es” (El Aleph). “El paso del tiempo es una situación muy compleja para nosotros. Este año tuvimos alegrías y tristezas”, dijeron los anfitriones y recordaron el saldo negativo. Esto es tan difícil de decir que lo voy a leer, dijo Gonçalves: “En abril despedimos con profunda impotencia a nuestro nieto Pablo Germán Athanasiu Laschan, el nieto recuperado 109, que recuperó su identidad en agosto de 2013”. “También a tres compañeras de lucha: Elsa Sánchez de Osterheld, María Nélida García de Angeli y Jorgelina “Coqui” Azzari de Pereyra. De las 3 solo ella encontró a su nieto” recordó Fossati. Y la pantalla mostró una serie de videos que las recordaban con alegría.

El festejo de este año estuvo marcado por una de las estrategias con que Abuelas de Plaza de Mayo busca a los nietos en los últimos tiempos: dirigiéndose a las nuevas generaciones. Y en la fiesta de ayer estuvieron muy presentes las palabras de Claudia Domínguez Castro, la nieta 117, que contó que una de sus hijas, “por Paka Paka, tenía muy en claro muchas más cosas que yo”. Esta semana el canal infantil del Ministerio de Educación estrenó una serie de ocho microprogramas sobre nietos recuperados, “Así soy yo”. Ayer el público pudo ver uno de esos micros: el que cuenta la historia de Horacio Pietragalla Corti. Después, La asombrosa banda de Zamba subió al escenario junto con Niña, San Martín, Belgrano y Juana Azurduy. La sorpresa de la noche fue un fragmento de Volver al futuro, donde los personajes de la película viajaban en el tiempo y aparecían justo un día antes del festejo de Abuelas para llegar a conocerlas. 

A la hora de repasar los logros, la lista fue contundente y tomó en cuenta el trabajo articulado con diferentes espacios y organizaciones: además de los nietos recuperados, se habló de la mudanza del Banco Nacional de Datos Genéticos, de los contenidos producidos para trabajar la memoria y las capacitaciones a docentes, de los juicios por apropiación con decenas de condenas, y de los 600 represores juzgados y condenados, que dieron paso al “Como a los nazis les va a pasar/Adonde vayan los iremos a buscar”.

Uno de los momentos más emotivos: cuando los anfitriones invitaron al escenario a quien  quisiera decir algo a las Abuelas desde otras organizaciones. Lita Boitano (Familiares), tomó la posta: “Bueno chicas, las amamos. Nos amamos. Nos alimentamos de todos los jóvenes que hay acá. Y cuánto nos han ayudado desde 2003”. Después, Laura Conte (Madres Línea Fundadora) recordó: “Siempre estuvimos muy juntas, juntas nacimos como movimiento, preguntándonos ¿cómo hiciste?, ¿adónde vas?. Así nació Abuelas, porque supieron dónde tenían que buscar la vida. En un momento decían “habrá un día en que ellos nos busquen”, y eso llegó: es ahora”. Julio Morresi, padre de Plaza de Mayo, levantó los dedos en V y Tati Almeyda, sentada en las primeras filas, asintió.

Al final, la banda de Hilda Lizarazu, cantó el Feliz cumpleaños a Estela. Y hasta tocó un hit de Man Ray, a medida de la celebración: “Pasa el tiempo/Yo lo veo en mi reloj/Allá voy/No quiero cuentos/Quiero verdad/Seguro que el amor/No se va a escapar/Todo cambia”. La foto del cierre siempre es un evento en sí: abuelas, nietos y bisnietos subieron al escenario; los anfitriones les rogaban que dejaran de hablar y de saludarse, y miraran por un segundo a las cámaras. Las abuelas hacían girar sus bastones, los nietos bailaban junto a sus hijos. En la Ballena Azul, la música de El Caribe sur (“hay sombras/ hay algo más”) le ponía fiesta a 38 años de lucha.

MEL/AF