La investigación de la fiscal Adriana Suárez Corripio -que además tiene en la mira a siete personas del entorno del cura- apunta a demostrar cómo se trasladaba comida destinada a los chicos que viven en la Fundación al penal de Campana, donde está detenido el sacerdote. Grassi ya fue condenado en 2009 por abuso sexual agravado de dos menores.
Julio César Grassi declaró ayer durante más de ocho horas en la causa en la que se lo investiga por desviar las donaciones que recibía la Fundación Felices los Niños al penal de Campana, donde cumple una condena a 15 años de prisión por abuso sexual y corrupción de menores. El sacerdote está acusado por el delito de peculado reiterado en ocho oportunidades.
La investigación apunta a describir cómo y quiénes organizaran el traslado al penal N° 41, principalmente de comida destinada a los chicos de entre 3 y 18 años que viven en la fundación en la localidad de Hurlingham. El expediente donde se lo investiga por el delito de peculado se inició en 2014 cuando el actual presidente de la fundación Juan Manuel Casolati advirtió la situación.
La titular de la fiscalía N° 8 de Morón Adriana Suárez Corripio confirmó a Infojus Noticias que el sacerdote ayer declaró desde el mediodía hasta las ocho de la noche. “Son 45 páginas donde consta la transcripción de la declaración y aportó prueba que ahora estamos analizando”, dijo la fiscal.
Por la malversación de esos recursos, la fiscal Suárez Corripio imputó a otros integrantes de la fundación. Entre ellos el chofer del sacerdote, el portero de la Fundación y dos religiosas, todos citados a declarar la próxima semana.
En 2014, cuando se conoció esta denuncia el titular de la cárcel de Campana, el prefecto mayor Raúl Garnica fue apartado de sus funciones y el Servicio Penitenciario Bonaerense abrió un sumario interno para investigar su actuación. La actuación de Garnica se investiga en una causa paralela.
No es esta la única causa en la que Grassi fue denunciado por usar en beneficio propio los recursos de la Fundación. En otra fue señalado por la presunta utilización de fondos de la organización para para el pago del alquiler de una casa quinta que habitó en Hurlingham, frente al hogar para niños.
En 2009, Grassi fue condenado por el Tribunal Oral de Morón por abuso sexual agravado de dos menores que vivieron en la fundación, por hechos ocurridos en noviembre y diciembre de 1996. El sacerdote quedó detenido en 2013, cuando el fallo fue confirmado por la Cámara de Casación Penal y la Suprema Corte bonaerenses. Ahora, la Corte Suprema de Justicia de la Nación debe definir una nueva apelación del condenado.
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