El Tribunal Internacional del Derecho del Mar escuchó los alegatos de Holanda contra la detención de 30 activistas de Greenpeace, ante la ausencia de Rusia y en medio de la incertidumbre sobre la situación de los detenidos.
Holanda solicitó hoy en una audiencia realizada por el Tribunal del Mar, la inmediata libertad de los 28 activistas de Greenpeace presos en Rusia desde setiembre pasado durante una protesta en aguas del Mar Artico contra la plataforma petrolera Gazprom.
Los miembros del Tribunal reunidos en Hamburgo anunciaron que emitirán su fallo el 22 de noviembre, según detalló la agencia DPA. El cónsul argentino de esa ciudad alemana, Manuel Fernández Salorio, presente en la audiencia, aseguró que el caso "recién empieza" y que la Argentina sigue "con mucho atención" los acontecimientos.
Liesbeth Lijnzaad, asesora legal del Ministerio de Asuntos Exteriores de Holanda, destacó que el Tribunal "debe librar una orden interna para permitir que regresen a casa el barco `Artic Sunrise` -de bandera holandesa- y los activistas de Greenpeace".
El barco de Greenpeace fue abordado por las fuerzas de seguridad rusas el 19 de septiembre cuando protestaba en el Mar Artico contra las perforaciones petroleras en la zona.
La nave quedó en poder de Rusia junto con 28 activistas de Greenpeace, entre ellos los argentinos Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi y la brasileña Ana Paula Maciel, al tiempo que también fueron detenidos dos periodistas que los acompañaban.
Las 30 personas están con prisión preventiva en Murmansk a la espera de un juicio, probablemente por cargos de vandalismo, después de que las autoridades rusas descartaran los de piratería con una pena máxima de siete años.
La abogada holandesa afirmó que Rusia "ha violado los derechos humanos" de los activistas que están arrestados desde hace casi siete semanas y demandó que Moscú deponga todas las medidas cautelares. Además acusó a Moscú de violar la libertad de navegación en aguas de la zona de exclusión económica.
Rusia desconoce la autoridad de los jueces y no participó en la audiencia, pero expertos juristas consultados por DPA, aseguraron que tendrá que cumplir el fallo. Es la primera vez que el Tribunal del Mar se ocupa de un caso en el que no acude una de las partes.
La negativa rusa a reconocer la jurisdicción del Tribunal del Mar "viola la Convención de la ONU sobre los Derechos del Mar de 1994 ratificada por Rusia", sostuvo la abogada holandesa, y consideró que las excepciones que invoca ese país "no son aplicables a este caso".
El asesor legal de Greenpeace Internacional Daniel Simons afirmó en calidad de testigo que la organización "no había encontrado ninguna base legal para que fueran tomadas sanciones como las que están sufriendo los activistas".
"No hacemos las cosas a la ligera. Pensamos que podríamos efectuar la protesta de forma enteramente segura", dijo el letrado al responder una pregunta del Tribunal sobre si habían sido asesorados sobre los riesgos legales de ingresar en una zona de seguridad rusa. Los activistas se dirigían a una plataforma del gigante energético ruso Gazprom para colocar un cartel contra la perforación de petróleo en el Ártico.
Para ello ingresaron con botes de goma en una zona de seguridad de 500 metros alrededor de las plataformas. "Tenemos plena confianza en los jueces. Confiamos en que la decisión que será tomada el 22 de noviembre refleje los puntos que expusimos", dijo Lijnzaad al término de la audiencia.
Los 21 magistrados, presididos por el japonés Shunji Shanai y entre los que se cuentan la argentina Elsa Kelly y el brasileño Vicente Marotta Rangel, deberán fallar sobre su propia jurisdicción y analizar la situación legal sin la colaboración de Rusia.