La nueva resolución del juez neoyorquino se basó en que el dinero que Argentina depositó en junio no está en Estados Unidos sino en las cuentas del Central en el BoNY.
El juez neoyorquino, Thomas Griesa, le impidió a un grupo de bonistas italianos acceder a fondos depositados por la Argentina en junio destinados al pago de la deuda restructurada. Para esta decisión, Griesa se basó en la Ley de Inmunidad de Soberanía Extranjera. Con esta medida, quedó demostrado que los 539 millones de dólares que permanecen en las cuentas que tiene el Banco Centras en el Bank of New York (BoNY) están congeladas pero no pueden ser embargadas.
Según explicó Página 12 “La traba al cobro que impuso Griesa para presionar al país a aceptar una sentencia de imposible cumplimiento efectivo –legal y financiero– dejó una masa de dinero a la que fondos buitre y holdouts pretenden acceder. En este caso, se trató de un grupo de tenedores italianos con títulos públicos argentinos en cesación de pagos que presentó un escrito ante Griesa para que permita cobrarse los servicios de su deuda defaulteada de los 539 millones de dólares que –presumen– estarían en el BoNY”.
“Al tratar con lo que puede ser objeto de traspaso, la FSIA (ley de inmunidad soberana) simplemente no menciona bienes situados fuera de Estados Unidos”, justificó el Griesa en la resolución bajo el argumento de que los fondos están fuera de Estados Unidos. Así, quedó asentado un antecedente favorable para la Argentina ante otro posible intento de embargo.
En junio pasado, cuando Griesa congeló el dinero con el que Argentina pagó los vencimientos de los bonistas que ingresaron en los dos canjes de deuda. Pero decisión de frenar el pago fue del juez Griesa y la responsabilidad le corresponde a él, a los fondos buitres, que están liderados por NML Capital, y el BONY, que debe canalizar el pago.
Sobre este escenario, en el que Argentina mostró toda su voluntad de cancelar las obligaciones contraídas, siguieron las negociaciones. Además, a esto hay que sumar los apoyos internacionales reunidos por el Gobierno: desde la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) hasta la Organización de Naciones Unidas (ONU), que se expresó vía la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo (Unctad), pasando por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Council on Foreign Relations (Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos).