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Otro testigo del operativo realizado en el departamento de Le Parc donde murió Alberto Nisman dio una versión muy diferente a la que Natalia Fernández había dado al diario Clarín. Se trata de un carpintero que ese lunes 19 de enero llegaba a trabajar en una obra en frente a las torres de Puerto Madero donde vivía el fiscal. Entrevistado por Telefé y por La Nación bajo estricto anonimato, contó que estaba por entrar a trabajar a la construcción, cuando un policía le pidió el documento y le pidió que lo acompañara a presenciar el procedimiento como testigo. El hombre dijo que al llegar al piso 13 ya estaba ahí otra testigo, Natalia Fernández, “sentada en el sillón del living, como un poco recostada”. La mujer que se desdijo ante la fiscalía esta noche dará una entrevista por televisión.

Este testigo relató que estuvo en el departamento más de cuatro horas y no vio nada irregular. El hombre repitió varias veces que cada acción del procedimiento fue filmada por uno de los efectivos. Estos son los principales puntos de su testimonio, en los que contradijo las declaraciones públicas de Fernández.

"Había mucha gente pero estaban trabajando"

El hombre dijo que no vio a nadie “comiendo ni tomando café”. Explicó que “había mucha gente, pero estaban trabajando”. él fue testigo del procedimiento de la Policía, junto a un compañero de la obra. A Fernández y a su amiga les tocó hacerlo para Prefectura. Contra el “clima de jarana” que la testigo había relatado a Clarín, y que después negó bajo juramento, DC (iniciales del carpintero) afirmó que “nadie se reía, había clima de trabajo”.

El procedimiento, dirigido sin pausa por Fein

Este testigo relató que subió con su compañero y dos policías por el ascensor de servicio porque el principal no andaba. Dijo que el desarrollo del procedimiento fue dirigido todo el tiempo por la fiscal Fein. Según su relato a La Nación: “En la mesa vi papeles y una carpeta amarilla, y un prefecto que apuntaba datos en una netbook”, describió. Dijo que “había peritos buscando huellas y esas cosas”. “Había polvo en casi todas las puertas” para tomar esas muestras, precisó.

“Encontraron cuatro netbooks"

Contó que “en el vestidor del cuarto de la nena encontraron cuatro netbooks, no nuevas, como de trabajo. Ponían todo en la cama”. A la fiscal la describió como “normal, agradable”. Y dijo que después llegó uno de los policías y le dijo que no andaban algunas cámaras. “Qué poco control en este edificio”, reaccionó Fein. Y agregó: “Qué vergüenza”. 

Huellas de sangre

Cuando el jefe llevó al testigo al cuarto de Nisman, estaban allí la fiscal, peritos y un efectivo que filmaba el procedimiento. Ahí fue cuando vio el baño y notó “por lo menos un metro de sangre” y pisadas de sangre “en el pasillo del vestidor”. Las manchas estaban “hasta en la parecita de la bañadera” y el carpintero relató que esa escena le dio escalofríos. Dijo que las pisadas “seguro eran de los peritos”, que ya habían sacado el cuerpo del baño.

La caja fuerte en el dormitorio

La caja fuerte estaba en el dormitorio. Sara Garfunkel, la madre del fiscal, puso la clave para abrirla. Al parecer, la traía anotada en “un cuadernito”. Había un cheque de 200 mil pesos y pasaportes, según el testigo. “Creo que cuatro. Vi la foto de un hombre que no era Nisman. Era morocho, medio gordito”, señaló. El televisor de la habitación estaba encendido, en el canal de música MTV. Lo mismo relató Garfunkel, cuando declaró en la fiscalía.

El uso del baño

El carpintero explicó que Fein fue al baño del cuarto de la nena, “pero cuando ya habían pasado los de las huellas”, es decir, después de terminados los peritajes en ese área. Lo mismo declaró Fernández en la fiscalía, al contrario de la versión publicada en Clarín. La versión de la camarera ante los medios no sólo perdió entidad cuando se desdijo bajo juramento, también quedó deshecha por las declaraciones de DC.