Aunque su abogado salió a decir que había ratificado lo dicho a los medios, fuentes cercanas al expediente informaron que la joven desmintió gran parte de lo que había dicho al diario Clarín. Punto por punto, en qué se desdijo.
Natalia Fernández, la camarera que fue testigo del procedimiento en el departamento de Le Parc donde fue hallado muerto Alberto Nisman, cambió la versión sobre las supuestas irregularidades que observó esa madrugada y que había publicado el diario Clarín. Así lo informó la fiscalía de Viviana Fein, donde Fernández declaró ayer bajo juramento, después de una serie de entrevistas periodísticas en las que había hablado de “desprolijidades” durante el procedimiento.
La joven ayer habló en la fiscalía durante más de tres horas y se retiró pasado el mediodía. Su abogado Sebastián Smoller, cercano a Patricia Bullrich, dijo a los medios que Fernández había ratificado sus dichos. Pero fuentes cercanas a la investigación informaron que desmintió buena parte de lo que había dicho.
Estos fueron los principales puntos en donde Fernández cambió lo que había dicho a los medios.
Horario en que se retiró el cuerpo: 5.30 am
Uno de los primeros datos que corrigió fue el horario en que se retiró el cuerpo de Nisman: había dicho cerca de las 3.30 y esta vez en la fiscalía señaló las 5.30, que es una hora que coincide con la del traslado a la Morgue Judicial (el cuerpo llegó 5.40).
La bolsa con los cinco casquillos no existió
En la versión mediática, Fernández había dicho que esa madrugada vio a la fiscal Fein con una bolsa tipo Ziploc con cinco casquillos de bala. Pero bajo juramento no fue eso lo que describió. Dijo que había visto a la fiscal salir del dormitorio y dirigirse al living, que la observó hablar por teléfono, haciendo alguna referencia a una vaina servida. Los peritajes dan cuenta de que la muerte del fiscal fue causada por un único disparo y la presencia de cuatro balas en el cargador de la pistola que le había prestado el informático Diego Lagomarsino.
No pidieron medialunas
“Tomaban mate y pidieron medialunas. Tocaban todo. Había unas cincuenta personas. La fiscal preguntaba ¿la cortamos acá y la seguimos mañana?”. Bajo juramento dio marcha atrás en algunos de sus dichos, a otros les bajó el tono y otros directamente “los omitió”, según señala Página/12. Ante la fiscal, dijo que no vio a nadie comiendo medialunas, sino que escuchó que alguien dijo que sería bueno comerlas.
Sin clima de jarana
En los medios, la testigo habló de un clima caótico, que Clarín tradujo "de jarana". Fuentes cercanas a la fiscalía dijeron que al preguntarle específicamente si existió un clima de juerga o de jarana, Fernández expresó que no le pareció.
Ningún café
La testigo había dicho a Clarín: “El portero se sentó al lado mío. Yo me puse a llorar. Estaba muerta de sueño, y me ofreció un café. Y el café era de la cafetera que estaba enfrente a la mesa de papeles. Era la cafetera de Nisman”. Lo que declaró Fernández ayer es que una agente que estaba presente en el lugar le dijo que ni se le ocurriera tocar la cafetera.
Los papeles de Nisman
A Clarín había dicho: “Había como 25 carpetas. Ellos leían cada página, hacían un resumen, lo escribían y me hacían firmar a mí”, dando a entender que intervenían las hojas del fiscal. Ante la fiscal, la testigo dijo que no vio que subrayaran o tacharan papeles de Nisman, sino que el personal marcaba algo en esas hojas (la explicación oficial es que las estaban foliando).
Usó el baño de servicio cuando terminaron las pericias
La versión de Clarín decía: "Natalia quería ir al baño, y al rato la dejaron usar uno de los baños del departamento, no importó si contenían pruebas". Fernández contó que la dejaron pasar a un baño de la vivienda, pero fue después que terminó todo.
El celular del fiscal
En la declaración ante la fiscal Fein, Fernández dijo que un celular de Nisman empezó a sonar y que cuando uno de los agentes estaba a punto de atender, ella misma le advirtió que un perito había dicho que no lo tocaran. Y nadie atendió ese llamado.
La declaración de la testigo fue delante de los abogados de la defensa de Lagomarsino (imputado por prestarle el arma a Nisman sin ser legítimo usuario) y de la querella de las hijas y la madre de Nisman, representadas por la Defensoría Oficial. La próxima semana están citados para declarar los otros testigos del procedimiento y el secretario de Seguridad, Sergio Berni.