La militante del ERP tenía 26 años cuando fue secuestrada el 19 de diciembre 1975. Fue ubicada en una tumba NN del cementerio de Avellaneda e identificada por el Equipo Argentino de Antropólogos Forenses.
La familia Santucho pudo recuperar el cuerpo de María del Valle a 38 años de su secuestro. Se encontraba en el cementerio de Avellaneda. El Equipo Argentino de Antropólogos Forenses identificó el cuerpo y la Cámara de Apelaciones autorizó su entrega a la familia. El 6 de septiembre se hará un homenaje en Santiago del Estero.
Sus compañeros del Partido Revolucionario del Pueblo y el Ejército Revolucionario del Pueblo la conocían como Coty. En diciembre de 1975 tenía 26 años. Era hija de Carlos Iber y sobrina de Mario Santucho, líder del PRT-ERP. Como integrante del frente militar estaba previsto que María del Valle participara con la Compañía “Juan de Olivera” del ataque al Batallón Depósito de Arsenales 601 en la localidad de Monte Chingolo. Sus tareas eran de contención.
El 19 de diciembre de 1975, cinco días antes del copamiento, María del Valle Santucho fue secuestrada por personal policial en una casa operativa de Lomas de Zamora junto con dos compañeros. Su tía Blanca contó que unos días antes le había pedido a su mamá que hiciera una bandera del ERP y que bordara en ella “Compañía Juan de Olivera”. En el ataque al Batallón 601 murieron 62 combatientes del ERP. Treinta de ellos fueron ejecutados después de rendirse.
La lista de caídos que publicó el gobierno entre diciembre del ´75 y enero del ´76 permitió a algunas familias recuperar los restos de los militantes. Daniel Bustamante, investigador del equipo de antropólogos forenses explicó a Infojus Noticias que con el correr de los años se pudo comprobar que en esas entregas hubo muchos errores, lo que significa que se entregaron cuerpos equivocados a las familias.
Las excavaciones
Con el regreso de la democracia, la Justicia ordenó realizar excavaciones. Una de ellas fue en el cementerio de Avellaneda, donde se encontró a María del Valle. Pero se hicieron con palas mecánicas y no fue identificado ningún cuerpo. "Fue una intrusión poco técnica -afirmó Bustamante- lo único que hizo fue empeorar las condiciones para una excavación arqueológica".
Desde 1998 el Equipo de antropólogos empezó a trabajar con el Archivo de Huellas de la Policía Bonaerense. Con la autorización del ministerio de Seguridad y con el objetivo de esclarecer la situación de algunos desaparecidos, se recuperaron dactilogramas y se pudieron comparar en laboratorio con los microfilms que se había encontrado en la Dirección de Antecedentes, donde se guardaba registro de cadáveres N/N. Ese material quedó bajo custodia de la Cámara Federal de Apelaciones La Plata, que autorizó en el 2006 la excavación arqueológica en el marco de la investigación de los hechos Monte Chingolo.
Un equipo de trabajo de 15 personas realizó las excavaciones. Se encontraron diferencias entre las constancias documentales y la situación material de las sepulturas. "Había sepulturas vacías que debían guardar restos y algunas con restos que figuraban como entregados", explicó Bustamante. Ahí se dieron cuenta que los restos entregados en diciembre del ´75 y enero del ´76 podían ser erróneos.
Otro equipo de 8 personas en laboratorio fue el encargado de certificar que lo que indicaba el Archivo de Huellas se correspondiera con los análisis genéticos que fueron realizando.
En el marco de ese trabajo fue encontrado el cuerpo de María del Valle Santucho. Incluido en las sepulturas individuales de los asesinados en el copamiento del Batallón 601 de Monte Chingolo, a pesar de haber sido secuestrada 4 días antes.
Una familia con 11 víctimas
La familia Santucho trasladó los restos a Santiago del Estero con la autorización de la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata. El abogado Luis Santucho informó a los medios locales que será inhumada en el panteón que la familia tiene en el cementerio de La Piedad. Y que el próximo 6 de septiembre se realizará un homenaje con participación de los organismos de Derechos Humanos y representantes de diferentes organizaciones de la provincia.
El padre de María del Valle, Carlos Iber, fue secuestrado el 13 de julio de 1976 en su lugar de trabajo. Enrique Rodríguez Larreta, uruguayo sobreviviente del centro clandestino de detención Automotores Orletti, declaró que Carlos fue asesinado en ese lugar.
Blanca Santucho, hermana de Carlos y Mario, quien murió el año pasado ansiando recuperar el cuerpo de su sobrina, recordaba que la familia Santucho tiene "once víctimas entre muertos y desaparecidos: seis de ellos son mujeres". Desde los fusilamientos de Trelew hasta los centros clandestino de detención de la última dictadura, la familia fue golpeada una y otra vez.