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La pericia de ADN realizada sobre las muestras tomadas de la toalla y el pareo de Lola Chomnalez, la joven de 15 años asesinada el 28 de diciembre en Valizas, Uruguay, confirmaron la presencia de sangre de otra persona. Con este elemento, que llegó a manos de la jueza Silvia Urioste el lunes, los investigadores acceden a una prueba clave para tratar de dar con el asesino de la chica. Ayer, diez personas prestaron declaración en el juzgado, entre ellos algunos de los sospechados a quienes se les extrajo una muestra para realizar el cotejo. Por otro lado, dos hombres oriundos de Aguas Dulces que fueron detenidos por otro hecho quedaron vinculados a la causa por el crimen de Lola y hoy tendrán que prestar declaración en calidad de indagados. Esta mañana la jueza ordenó un peritaje psicológico a uno de los detenidos. 

La causa por el crimen de Lola parece encaminarse gracias a la pericia de ADN que permitirá comenzar a despejar dudas sobre quién atacó a la joven. El lunes pasado la Policía Científica envió el lunes a la jueza los resultados del examen de ADN realizado en Montevideo sobre los elementos hallados dentro de la mochila de la chica. La mochila, que desde el inicio de la investigación se había convertido en el objeto a encontrar, fue hallada semanas después enterrada de forma superficial en la arena a pocos metros de donde apareció el cuerpo. La mochila Jansport fucsia que llevaba Lola, al momento de su asesinato, tenía adentro el libro de Julio Cortázar que estaba leyendo, un pareo, y una billetera con unos 2500 pesos uruguayos. Al hallarla, sólo faltaba el dinero de la joven, lo que inclinó a los investigadores a pensar que el crimen podría haber sido durante un intento de asalto, pero les llama la atención la violencia ejercida.

Uno de los diez sospechosos que tuvo el caso fue el artesano que encontró el cuerpo de la chica. En la Justicia, el artesano declaró que huellas humanas sobre los médanos lo condujeron hasta el cadáver.  Ayer, Ricardo fue detenido pero no por nada que tenga que ver con el crimen de la adolescente argentina. Prefectura encontró en su casa unas 75 plantas de marihuana de más de 2 metros de altura. Hoy deberá prestar declaración en calidad de indagado por el delito de “tenencia de estupefacientes”.

La jornada de ayer comenzó muy temprano en la mañana con la reconstrucción de las últimas horas de vida de Lola. La jueza Urioste junto a  la fiscal Gabriela Sierra y efectivos de Policía Científica, Técnica y personal de la División de Investigaciones y Narcotráfico de Prefectura reconstruyeron las últimas horas de Lola Chomnalez, la joven argentina asesinada en Barra de Valizas. El recorrido duró 5 horas: comenzó en la casa que había alquilado su madrina donde se hospedaba y terminó en el lugar donde la encontraron sin vida.

Lola había llegado el sábado 27 de diciembre a Barra de Valizas para pasar las fiestas de fin de año con su madrina y la familia de esta. Cerca de esa fecha se sumarían sus padres, Diego y Adriana. El domingo pidió permiso para ir a la playa y desapareció. La denuncia se radicó esa noche. Desde entonces se hicieron decenas de rastrillajes. La noche del 30, un lugareño encontró el cuerpo. Estaba enterrado en posición fetal, sin signos de abuso sexual –algo que corroboró la autopsia-. La joven murió asfixiada y los cortes que tenía no habían sido mortales. Su cuerpo fue repatriado y enterrado en el cementerio de la Recoleta.

Dos jóvenes de Aguas Dulces fueron detenidos ayer por algunas horas y hoy tendrán que prestar declaración. Según trascendió ambos fueron apresados por una pelea en la que uno de ellos intentó asfixiar a una mujer en la arena. La mecánica del hecho le llamó la atención a la jueza Urioste por sus coincidencias con lo ocurrido con Lola. Entonces, de forma precautoria, los citó a declarar en el marco del crimen de la joven argentina.