El ex obispo de San Nicolás Carlos Horacio Ponce de León murió en un supuesto accidente automovilístico, similar al que terminó con la vida de monseñor Angelelli. A 36 años de su muerte, mañana será homenajeado en Rosario.
El ex obispo de San Nicolás Carlos Horacio Ponce de León fue uno de los pocos miembros de la jerarquía eclesiástica en denunciar los crímenes de la dictadura. Mañana se realizará un homenaje en Rosario al cumplirse 36 años de su muerte en un supuesto accidente automovilístico en 1977. El acto será a las 19 horas en el auditorio de la Casa del Acuerdo, organizado por la Mesa de Memoria por la Justicia de San Nicolás y la Comisión Diocesana para Informe Testimonial del monseñor Carlos Horacio Ponce de León. Participarán familiares del exobispo, el secretario de Culto Guillermo Oliveri, el fiscal federal Juan Patricio Murray y Taty Almeida de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, informó la agencia Télam.
EL 11 de julio de 1977 Ponce de León viajaba hacia Buenos Aires por la ruta nacional N° 9. Su Renault S4 chocó de frente con una camioneta Ford 100 que venía en sentido contrario. En el marco de la causa que investigó su muerte durante 2006 en el Juzgado Federal N° 2, Víctor Martínez -seminarista que lo acompañaba en el momento del choque- declaró que el obispo llevaba una carpeta donde se narraban casos de violaciones a los Derechos Humanos en la provincia de Buenos Aires. Martínez también contó que un militar remató a Ponce de León con varios golpes de FAL. Este testimonio fue encontrado incongruente con lo que había declarado Martínez ante la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (CONADEP) y el testigo fue acusado de falso testimonio. Se encontraba acusado el jefe del área militar de San Nicolás durante la dictadura, Manuel Fernando Saint Amant.
Desde su lugar de obispo, Ponce de León recibió a familiares de desaparecidos, intercedió ante las autoridades militares para averiguar su paradero y denunció crímenes como el asesinato del monseñor Enrique Angelelli, quien fue asesinado por la dictadura militar en 1976 en circunstancias similares a las del propio Ponce de León. Cuando sus compañeros le preguntaban por qué se quedaba, el obispo respondía: "¿Por qué me voy a ir, si no estoy haciendo nada malo?". Ponce de León había recibido amenazas para abandonar su trabajo en barrios pobres y con trabajadores de la zona. Una carta anónima le avisó: "Antes fue Angelelli, ahora te toca a vos".
La causa que tramita en el juzgado federal N° 2 de San Nicolás se encuentra paralizada desde el 2006. El juez a cargo, Carlos Villafuerte Ruzo, fue muy criticado por los organismos de Derechos Humanos por no avanzar con esta y con otras investigaciones por delitos de lesa humanidad. Sus dilaciones a las causas han impulsado más de treinta pedidos de pronto despacho, quejas y recursos de reposición en la Justicia.