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Infojus Noticias

8-10-2014|17:04|Denuncia Nacionales
En el marco de la investigación sobre la "Noche de las corbatas"

Hooft: sobreseyeron al hijo del juez por intimidar a un fiscal

La Fiscalía consideró que hubo "palabras intimidantes" pero fueron producidas en el marco de una discusión, donde Federico Hooft se mostró muy ofuscado. Sobre esa base, el juez federal Alfredo López dictó el sobreseimiento.

  • Federico Hooft acompañando a su padre, el juez Pedro Hooft, durante una audiencia
Por: Pablo Waisberg

El abogado Federico Hooft, secretario Federal 1 de Mar del Plata, fue sobreseído por sus “palabras intimidantes” para con el fiscal subrogante Claudio Kishimoto. Así lo resolvió el juez federal Alfredo López y señaló que si bien existió la discusión, donde el secretario judicial y co- defensor del juez provincial Pedro Hooft, generó una situación de intimidación respecto del fiscal correspondía sobreseerlo. “De la propia declaración de Kishimoto se desprende que el imputado se encontraba ofuscado y que tenía necesidad de hacer una especie de monólogo”, indicó la Fiscalía al pedir el archivo de la causa, que fue concedido por el magistrado.

Esa conversación, que incluyó una grabación clandestina, se produjo mientras Kishimoto actuaba como fiscal en la causa donde investigaba al juez Hooft, quien está acusado de participar en delitos de lesa humanidad. Está acusado de no haber tramitado los habeas corpus ni las causas judiciales “a sabiendas de que” los abogados secuestrados durante la “Noche de las corbatas”, en julio de 1977, se encontraban en poder de las Fuerzas Armadas, en Mar del Plata.

Según el fiscal federal Pablo Larriera, quien pidió investigar el delito de intimidación, el  11 de marzo de 2013, Fededico Hooft abordó a Kishimoto “aprovechando la relación funcional” que tenían por trabajar en el mismo fuero. “Tras encararlo de un modo intimidante” mantuvieron una conversación que fue grabada “subrepticiamente”, detalló Larriera en su denuncia, que fue llevada adelante por otra Fiscalía.

Ese diálogo, que tuvo las características de un monólogo y que incluyó una intimidación –“no sé qué vamos a hacer con vos”, le dijo Hooft a Kishimoto-, se produjo cuando Kishimoto estaba por ingresar a su casa. En ese momento, Hoof hijo –funcionario judicial y abogado de su padre- lo abordó, le cuestionó el curso de la investigación y provocó en el fiscal Kishimoto un sentimiento de intimidación. Eso está señalado en el pedido de archivo de la Fiscalía, que instruyó la causa por intimidación: “El propio testigo, más allá de haberse sentido intimidado, interpretó que tales menciones fueron producto del estado de nervios del imputado”.

En su resolución del 26 de agosto pasado a la que accedió Infojus Noticias, el juez López recogió el planteo de la Fiscalía, que señaló que según la jurisprudencia “corresponde sobreseer a quien se la imputa el delito de amenazas coactivas, cuando los dichos supuestamente amenazantes fueron proferidos en el fragor de una discusión, pues tal circunstancia impide interpretar que anuncien un daño que efectivamente se llevará a cabo”.

Y la Fiscalía, que pidió el archivo de la causa, aclaró que “de la propia declaración de Kishimoto se desprende que el imputado se encontraba ofuscado y que tenía necesidad de hacer una especie de monólogo sobre la causa seguida contra su padre”. Y, agregó el fiscal, que “por su estado de nervios (Kishimoto) decidió dejarlo hablar y fue en ese  en ese contexto que (Hooft hijo) le habría referido que no sabía qué  iban a hacer con él, que quizá se lo llevaban puesto”.

“En consecuencia, consideramos que si bien las declaraciones del fiscal y su familia controvierten el contexto de la conversación y el tenor de lo hablado en aquella ocasión y ponen en tela de juicio la corrección o incorrección ética y/o moral de las grabaciones subrepticias efectuadas por el imputado, lo cierto es que del accionar  relatado por el Dr. Kishimoto no se desprende, en función de la prueba recolectada la comisión de una acción relevante jurídico-penalmente”, concluyó la Fiscalía.

Esa grabación subrepticia que hizo Hooft dio origen a otra causa iniciada por él mismo y su papá, el juez Hooft. Allí, el juez federal Luciano Bianchi desestimó la denuncia por corrupción y declaró “ilícita” la grabación “clandestina” aportada como prueba. “Los dichos de Claudio Kishimoto en la conversación generada de modo sorpresivo por Pedro Federico Hooft por sí solas no tienen la entidad suficiente para probar los hechos hipotizados como delitos denunciados en autos hayan ocurrido”, afirmó el juez en la resolución de 56 páginas.

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