Lo dijo Susana Toporosi, de la Asociación de Profesionales del Hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez”. La Justicia ordenó hoy pericias al centro de salud. Es para determinar responsabilidades por los escapes de gas producidos en los últimos días, y evaluar si existió delito.
Médicos que se duermen por la presencia de gas en el aire, enfermeras con ronchas en la piel por los rastros de excrementos de paloma, madres que tienen miedo de encender las estufas. Son algunas de las situaciones que denunciaron hoy los trabajadores del Hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez”, donde el domingo pasado 43 personas se intoxicaron por un escape de gas. Para la ministra de Salud porteña, Graciela Reybaud, se debió a “un nido de palomas en un termotanque”. Ayer, Metrogas constató otra fuga. Hay dos denuncias radicadas y la Justicia ya ordenó pericias.
“Desde hace años que venimos denunciando todo lo que no se está haciendo a nivel de cuidado edilicio”, expresó Susana Toporosi, de la Asociación de Profesionales del Hospital de Niños, en la conferencia de prensa de hoy, organizada por los trabajadores de la institución. “Ayer, después de seis meses en que veníamos pidiéndolo, vino Metrogras y cerró el gas”, apuntó Toporosi, que responsabilizó a la empresa Mejores Hospitales y al gobierno porteño por el abandono del edificio. Toporosi señaló que ya se habían hecho reclamos a Mejores Hospitales, la empresa contratada por el Gobierno porteño para gestionar el mantenimiento de los hospitales porteños.
En la vereda de Sánchez de Bustamante al 1400, donde se realizó la conferencia, médicos, enfermeros, residentes y otros profesionales acompañaban el reclamo con carteles con el lema “Se equivocó la paloma”, en referencia al poema de Rafael Alberti. Entre ellos estaban las médicas de a terapia de neonatología, el área donde el sábado a la madrugada se produjo el escape de gas. Según relataron, la madre de un paciente se levantó en medio de la noche con fuerte dolor de cabeza y despertó a las demás. Las médicas también se sentían mal, algunas tenían vómitos. Llamaron al SAME, que diagnosticó que las mujeres “sufrían un ataque de histeria” y les recetó un anti nauseas.
También los médicos residentes se quejaron de las malas condiciones edilicias.
“No sabemos qué habría pasado si no fuera porque una de las médicas se realizó un análisis de sangre a sí misma, para constatar que tenía 25 por ciento de monóxido en sangre, cuando lo normal es 1”, explicó Teresa Tarrico, médica de la Guardia de Neonatología. “Esa noche, las médicas y las madres se sintieron morir. Nadie, ni la Jefa de Servicios, las llamó para ver cómo estaban”, denunció la neonatóloga, que hoy llamó a los bomberos para que midieran el gas. “Acá no hay ni medidores, y el subdirector del Hospital me sacó a los empujones cuando llegaron los bomberos. Los padres están en u total desasosiego”, señaló.
En la fachada del hospital, tres afiches amarillos del gobierno de la ciudad anunciaban “mejoras para todos los vecinos”. “Estamos parados sobre una vereda con unos hermosos mosaicos nuevos y se ha pintado el edificio hace poco tiempo. Es sólo publicidad: en el interior del Hospital, nada de esto no es real”. Así se expresó Pablo Palacios Wolf, vocal de la filial de la Asociación de Médicos Municipales. “Queremos que la comunidad toda se entere cuál es la situación y también el resto de los hospitales, para unirnos y llevar adelante la defensa de la cosa pública”, apuntó.
Estuvieron presentes también los legisladores porteños María Elena Naddeo y María José Lubertino, el candidato a diputado nacional por el Frente Para la Victoria, Alex Freyre; el director de la Comisión de Salud de la Legislatura, Gerardo Esbry; y el subsecretario general de la Presidencia, Gustavo López. “Este es un Hospital con historia y de referencia, y ahora lo están vaciando. El neoliberalismo se paga con el deterioro de la salud y la educación públicas y el desarrollo social”, apuntó López.
Lubertino informó que realizó una denuncia penal contra los titulares de la empresa controladora y contra los funcionarios públicos por “daño a la salud y al ambiente”, que quedó radicada en el Juzgado Criminal N° 25 y está a cargo de la Fiscalía N° 43. “Nos parece sínica la presentación de la ministra de Salud echándole la culpa a las palomas”, dijo, e invitó a las médicas y víctimas a testificar en la demanda.
Además, en el Juzgado Correccional N° 14 de la Capital Federal radica otra causa por el incidente del domingo. La investigación está a cargo del juez Fernando Pigni, que ya ordenó una serie de pericias que se están realizando hoy, según informaron fuentes de ese juzgado.