En este ensayo, la fotógrafa muestra el rostro de la desaparición, el de los jóvenes de una generación reducido a un cráneo con un orificio de bala, la búsqueda de huesos, la mirada de las madres, de los sobrevivientes. El rostro del desaparecedor y el Ford Falcon, los aviones de la muerte, los campos de concentración, el río donde se arrojaron a los desaparecidos. En Libertador 8151, desde hoy a las 17 hasta 21 de junio. La entrada es libre y gratuita.
RA