El juez Ariel Lijo investiga si la hija del represor Ernesto Barreiro, es apropiada. Hoy la mujer se presentó al juzgado para hacerse un estudio de ADN y protagonizó un escándalo. Afuera de los tribunales, entre una pequeña manifestación un cartel decía: "Vayan a cazar narcos en vez de sacarle la bombacha a las hijas de militares presos políticos". Creen que lo planificó como escrache.
La hija del represor Ernesto Barreiro, supuestamente apropiada, hizo un escándalo en los tribunales de Comodoro Py donde se presentó para hacerse los exámenes de ADN. La mujer salió a las corridas casi desnuda del despacho del juez Ariel Lijo, luego de tirar su bombacha en el juzgado que sigue la causa para determinar su identidad. Barreiro es un ex mayor carapintada del Ejército acusado de delitos de lesa humanidad en Córdoba.
En el juzgado a cargo de Lijo se iba a realizar una audiencia para notificar a la joven de la investigación que se lleva adelante para determinar su identidad. El magistrado ya había realizado un allanamiento en el domicilio de la joven, pero la muestra estaba “contaminada”. Los exámenes no son importantes solo para determinar la identidad del presunto apropiado, sino para restituir el pasado de muchos familiares que buscan a sus hijos y nietos arrancados por la dictadura.
“Se sacó la ropa y salió corriendo sin dar tiempo a nada. Se presentó junto a su madre y su abogado y había dicho que se haría el análisis. Cuando tenía que cambiar de despacho para extraerse la muestra, se sacó la bombacha”, dijeron a Infojus Noticias fuentes judiciales.
La mujer está anotada como hija de Ernesto Barreiro, acusado de crímenes de lesa humanidad en el centro clandestino de detención La Perla, durante la dictadura. El represor fue detenido en 2007 en Fairfax, estado de Virginia, Estados Unidos, donde vivía desde 2004. Allí también tenía cargos penales por presunto fraude de visados.
Fuera del juzgado la esposa de Barreiro insultaba al magistrado y aparecieron carteles pegados en la puerta del despacho que decían “juez prevaricador, socio del negocio de los DDHH, y el poder vindicativo K, responsable de la persecución a familiares de militares presos políticos”.
En la puerta una pequeña manifestación portaba un cartel que decía “vayan a cazar narcos en lugar de sacarle la bombacha a las hijas de militares presos políticos". Por eso se sospecha que la mujer que dijo que se haría la muestra en verdad había planificado sacarse la bombacha como una forma de escrache.