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Tres peritos que integran el cuerpo médico forense, declararon hoy en la cuarta jornada  del juicio a tres barras bravas de Boca Juniors acusados de matar a golpes a un vecino en Mataderos. El Tribunal los convocó para explicar las posibles “mecánicas” y “probabilidades” de los golpes que recibió que Ernesto Cirino.

Oscar Lossetti y Miriam Matoso, expusieron ante los jueces del TOC 24 el informe de la autopsia que realizaron en septiembre de 2011 sobre el cuerpo de Ernesto Cirino que fue contrastado con el trabajo de la perito María Silvia Codellán.

Sobre el estrado, Lossetti mostró a los abogados de la defensa, al fiscal y a los jueces del tribunal fotos de la autopsia, y explicó las distintas lesiones que encontró en el cuerpo de Cirino: traumatismos en la cara, golpes en el labio y en los ojos y cuatro fracturas en la cabeza y en la nuca. “Son contusiones que se producen con objetos contundentes”, precisó. Codellan replicó, por su parte,  que “la mayor probabilidad” era que Cirino “haya caído al piso”. “El caso no es simple y las posibilidades son muchas”, aclaró Lossetti. Mientras los peritos exponían  ante los jueces, el ex número dos de la barra brava, Maximiliano Mazzaro y Gustavo Petrinelli, los seguían atentamente, sentados junto a su defenor. El tercer imputado, Mauro Martin no pudo concurrir a la audiencia porque estaba descompuesto.

Las posibilidades ante el golpe

Codellán hizo hincapié en que la mecánica del golpe había sido a partir de un puñetazo y la posterior caída de Cirino al piso con el consecuente golpe en la cabeza. “El mecanismo más probable de las fracturas es por ‘aceleración-desaceleración”, dijo la perito. Y agregó que “las lesiones más graves fueron las contusiones en la nuca,  lo que “no es esperable en un golpe de puño puro”, sostuvo.

Lossetti habló de  “probabilidades” y entendió que “las fracturas por contragolpe, como posibilidad,  queda en un plano secundario o terciario”. La discusión entre los profesionales giró en torno a otras lesiones que presentaba Cirino al momento de la autopsia, además de las que tenía en la cabeza.

Una lesión en la zona del brazo izquierdo, y en la mano derecha  de Cirino tuvo varias interpretaciones durante la audiencia de hoy: que lo usó para para “defenderse” de los golpes (que es la estrategia de la defensa); o que fueron producto de una caída hacía atrás después de que lo golpearon.

La otra declaración testimonial que escucharon los jueces fue la de Leandro Sardi, un testigo aportado por la fiscalía que llegó al tribunal pasadas la una de la tarde. “No vi nada” contó a los jueces ante los familiares de los acusados y explicó que sólo escuchó la frase “te voy a matar y al rato oí el ruido de cómo un coco golpeando contra el piso”.

El crimen

En la noche del 29 de agosto de 2011, Ernesto Cirino iba con su perro en el barrio de Mataderos, en la esquina de las calles Pieres y Caaguazú. El  perro defecó en la vereda de la casa de Petrinelli. Ambos comenzaron a discutir, pero Petrielli en un momento llamó a su cuñado por teléfono, el barra brava Mauro Martín. A los pocos minutos, Martín, Mazzaro y Wehbe llegaron a bordo de un Volswagen Bora. “¿Para esto me hiciste venir?”, le recriminó Martín a su cuñado. Después, golpearon a Cirino. Dos días después murió.

Las audiencias continuarán el martes que viene con tres testigos de otra causa que posee Mauro Martín y una médica del SAME que atendió en primer momento a Cirino el día de los hechos en agosto de 2011.