El fiscal Fernando Arrigo nombró una a una a las víctimas y mencionó la causa de su muerte, en medio del silencio inquebrantable que reinó en ese momento, en los tribunales federales de Comodoro Py. Para el fiscal, la conducta de quienes tenían a su cargo la custodia de bienes del Estado fue “determinante” para que tuviera lugar la tragedia.
El comienzo del alegato del fiscal Fernando Arrigo en el juicio por el choque ferroviario de Once se demoró por la ausencia de uno de los 28 imputados –el empresario Mario Cirigliano–, pero cuando empezó fue contundente. Arrigo aseguró que la conducta seguida por quienes tenían a su cargo la custodia de bienes del Estado fue “determinante” para que tuviera lugar la tragedia que, el 22 de febrero de 2012, causó la muerte de 52 personas y dejó 789 heridos.
La acusación de la fiscalía fue precedida, las últimas tres audiencias, por las de las cuatro querellas: dos de ellas sólo pidieron pena para el motorman de la formación, Marcos Córdoba; las otras, en cambio, solicitaron su absolución y pidieron penas para los empresarios y funcionarios acusados, entre los que se encuentran los ex secretarios de Transporte, Juan Pablo Schiavi y Ricardo Jaime.
A lo largo de su alegato, Arrigo se expedirá sobre las responsabilidades que tuvieron en el hecho el maquinista, los ex funcionarios públicos y directivos de las empresas TBA y de Cometrans, que controlaba a la anterior.
Hoy, en el comienzo de su exposición, el fiscal aseguró que todos ellos,en sus respectivos períodos y cargos, debían cuidar el patrimonio público que se confió a TBA para “una segura y confiable prestación del servicio de transporte de pasajeros; en este caso, la Línea Sarmiento”.
Arrigo consideró acreditado que los imputados “quebrantaron el deber de fidelidad generado por sus actividades, perjudicando mediante un accionar abusivo los intereses patrimoniales confiados y generando un lucro indebido para terceros”. Explicó que los imputados tenían “absoluto y cabal” conocimiento del deterioro que tenían las formaciones de la Línea Sarmiento y remarcó que las conductas de los acusados “evidenciaron la falta de ocupación e inversión en materia de seguridad ferroviaria”.
El fiscal también afirmó: “Los imputados violaron normas que permitieron el fatídico desenlace” y agregó que éstos tuvieron “conductas desaprensivas y desinteresadas”. Luego, se refirió a la “grave falta de inversión” que se reflejó en “el estado en el que el Chapa 16 fue puesto en servicio, aunado a la forma de manejar negligente (de Córdoba)”.
En ese sentido, sostuvo que hubo “descuido de los aspectos operacionales” y explicó que si cada uno de los imputados hubieran cumplido bien su rol, no hubiera pasado lo que pasó o, al menos, no hubiera tenido la dimensión que tuvo: “Si cada uno de los imputados hubiera obrado diligentemente, cumplido con las normas que regulaban su actividad y con sus obligaciones asumidas, no se hubieran presentado todas las graves fallas, y el paupérrimo estado, que se advirtieron a lo largo de este debate sobre la formación Chapa 16. No se hubiera producido este resultado y mucho menos se hubieran causado tantas muertes y lesiones a las personas”, afirmó. Y agregó que “TBA operaba con un sinfín de fallas que hicieron previsible el resultado”
El representante del Ministerio Público Fiscal también se refirió a las autoridades de aplicación, a la necesidad y obligación que había de controlar al concesionario en pos del cuidado y previsión del sistema y los pasajeros.
En el comienzo de la audiencia, Arrigo nombró a las víctimas, a las que dividió en dos grupos: primero, mencionó a las que murieron como consecuencia del aplastamiento, en los dos primeros vagones de la formación; y, después, a quienes fallecieron como consecuencia del impacto. Cuando fue nombrando una a una y sus causas de muerte, el silencio fue absoluto en la sala AMIA de los tribunales federales de Comodoro PY.
Comienzo demorado
Los alegatos de Arrigo, fiscal del juicio desde que comenzó el debate, en marzo de 2014, se estima que se prolongarán entre tres y cinco jornadas. El comienzo de la audiencia de hoy se demoró por la ausencia del imputado Mario Cirigliano, uno de los responsables de TBA. Según se informó por secretaría al Tribunal Oral en lo Federal Criminal N° 2, el empresario sufre un cuadro de gastroenteritis y se encuentra internado en el Hospital Italiano de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Tras un cuarto intermedio, los jueces Jorge Tassara, Jorge Gorini y Rodrigo Giménez Uriburu decidieron que Ciriglianosiguiera el alegato de Arrigo por el sistema de videoconferencia.
CD/LL