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La Justicia Federal de Tierra del Fuego ordenó la detención de Víctor Morales, principal acusado junto con otras cinco personas que están siendo juzgadas por trata sexual en la ciudad de Ushuaia. Morales, que era dueño del prostíbulo “Black And White”, se acercó a la casa de una de las víctimas antes de que declarara para que cambiara su testimonio. En las audiencias salieron a la luz esas amenazas y los jueces resolvieron dictar la prisión preventiva. Hoy se conocerán los alegatos y mañana está prevista la sentencia.

Morales llegó libre al debate oral que empezó el 26 de agosto. La causa apunta a él y a cinco colaboradores -entre los que están sus hijos y su ex pareja-, responsables de un prostíbulo que funcionó en la ciudad más austral del país casi 20 años.

Ayer, una de las víctimas contó ante los jueces que Morales había ido a su casa para coaccionarla. El fiscal pidió la detención del hombre acusado de proxeneta. En tanto, su abogado defensor Raúl Paderne se opuso, argumentando problemas de salud. Sin embargo, los jueces Luis Alberto Giménez, Ana María D`Alessio y Alejandro Ruggero decidieron hacer lugar al pedido. Estas amenazas se investigarán en un expediente paralelo a la causa principal.

Las psicólogas del Programa de Rescate de Personas Damnificadas por el Delito de Trata, del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, acompañaron a la víctima en la declaración luego de que las profesionales le explicaran al Tribunal las condiciones en las que debe declarar quienes sufren explotación sexual. El equipo, que dirige Zaida Gatti, continuará asistiendo a la víctima.

Los allanamientos en el prostíbulo, la casa de los imputados y el lugar donde vivían las víctimas se concretaron en abril de 2012. En ese momento, eran explotadas en el lugar alrededor de 15 mujeres que fueron asistidas por las profesionales del Programa de Rescate de Personas Damnificadas por el Delito de Trata, del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Fue el primer operativo en el que participó el Programa en la ciudad más austral del país

Según la acusación, Morales tenía montada una estructura que le permitía captar víctimas en distintos puntos. Su ex pareja, María Ledesma, llegó a este juicio acusada de colaborar en el traslado de las mujeres hasta Ushuaia, y sus hijos, Alejandra y Mauro Morales Ledesma, por hacerse cargo del funcionamiento del prostíbulo, junto a Mirta Puglia –“Mami”, “Mamá” o Marcela Rey- y Cristina “Camila” Ramírez.

Un mensaje de texto y un aviso de Clarín

El expediente reúne una serie de denuncias. Una de las primeras, de marzo de 2010, cuando una mujer buscó ayuda en una comisaría de Rosario, en Santa Fe, porque su hija había viajado a Ushuaia y le había enviado un mensaje de texto en el que le advertía de una situación sospechosa.

Ese mismo año, un mes después, la Procuraduría que asiste a los fiscales de todo el país en la investigación de la trata (PROTEX) recibió un alerta del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), en la que advertían sobre un anuncio publicado en el diario Clarín del 4 de octubre de 2009, a través del cual convocaban “señoritas para cabarets en Ushuaia”. La investigación se complementó con un informe de la Oficina de Monitoreo de Publicación de Avisos de Oferta de Comercio Sexual del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos que informó sobre otros del mismo tenor, publicados entre diciembre de 2011 y enero de 2012.

El fiscal ad hoc Pedro Rota, cuando presentó la elevación a juicio en octubre de 2014, remarcó que la página web ya no estaba activa. Pero indicó que, en una impresión tomada del historial del sitio, se leía que el lugar funcionaba desde hace 18 años. Textualmente, reconocía la explotación sexual de 25 mujeres, en el prostíbulo al que describía con “un espacio VIP en su segundo piso, haciendo de este el lugar más caliente de Tierra del Fuego”.

Este es el segundo juicio por trata de personas ante el Tribunal Oral Federal de Tierra del Fuego, desde que se tipificó el delito en 2008. El viernes pasado, este mismo tribunal -por mayoría- absolvió a un hombre acusado de intentar explotar sexualmente a una joven de 16 años, que llegó desde La Matanza para trabajar como niñera de sus hijos.

MFA/LC