"El problema de salud es motivado por la presión de los medios y las redes sociales", dijo el fiscal Villatte sobre la dimisión de María Cristina Martínez Córdoba. "Alta exposición", expresaron otras fuentes. Qué pasa cuando regrese.
Intimidaciones, amenazas y presiones. El juicio político al fiscal suspendido José María Campagnoli incluyó todo esto. La renuncia presentada la semana pasada por la integrante del tribunal de enjuiciamiento que representa a la Defensoría General de la Nación no fue ajena a este marco. El 24 de junio pasado, día en que debían comenzar los alegatos en el juicio político contra el fiscal suspendido, sonó la primera alarma. A las nueve de la mañana llegó al Tribunal de Enjuiciamiento de Magistrados la comunicación de la Defensoría General de la Nación de que la integrante del tribunal representante de ese organismo, María Cristina Martínez Córdoba, había solicitado licencia.
Medios, presión y alta exposición
Apenas conocida la noticia, circuló la información de que Martínez Córdoba había tenido problemas de salud a causa de las presiones, especialmente las mediáticas. Martínez Códoba estuvo involucrada "en una situación de mucha exposición, a la que ella no está acostumbrada”, dijo una fuente de la Defensoría a esta agencia. La misma lectura hizo desde un primer momento el fiscal Adolfo Villate, también víctima de amenazas e intimidaciones: "Este problema de salud que tuvo la jueza Martínez Córdoba es motivado por la gran presión de los medios y las redes sociales. A través de tuits se difunden los teléfonos de su casa y, de esta manera se la insta a que vote de tal o cual manera", dijo el fiscal.
La licencia
El 27 de junio otro oficio llegó a la sede de la Procuración General -donde se realiza el juicio político- en Avenida de Mayo al 700: la Defensoría prorrogaba la licencia de Martínez Córdoba. El 30, el tribunal le concedió licencia hasta el 12 de julio y resolvió convocar al suplente. Según el certificado firmado por el doctor Carlos Maisto, Martínez Córdoba presenta "T.A. elevada y sintomatología asociada a arritmia". En función de ese cuadro, teniendo en cuenta sus "antecedentes de hipertensión arterial y dislipemia", se le indicó reposo por quince días y luego podrá volver a trabajar aunque "con carga laboral mínima".
La renuncia
El 2 de julio María Cristina Martínez Córdoba finalmente renunció, por razones de salud, a su cargo de vocal titular en el Tribunal de Enjuiciamiento. A más de 10 diez de las primeras presiones y amenazas, recién ahí, la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional (AMFJN) emitió un comunicado donde se solidarizó con el fiscal Adolfo Villatte y la ex integrante del tribunal María Cristina Martínez Córdoba, y repudió "estos actos que pretenden condicionar el normal desempeño de funciones constitucionales."
El viernes pasado prestó juramento ante la Defensora General de la Nación, Stella Maris Martínez, y la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, su reemplazante en el cargo, Nicolás Toselli.
Por estas horas Martínez Córdoba se encuentra aún de licencia. Es probable que regrese a su cargo de defensora en la Defensoría de Menores e Incapaces ante los Tribunales de Segunda Instancia en lo Civil, Comercial y del Trabajo una vez que termine su licencia.