Defensa al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires recomendó denunciar a la productora por “haber inobservado” el artículo 10 bis de la Ley Nº 24.240 de Defensa al Consumidor. Un fallo por un show de Madonna sentó precedentes.
“Quise venir para hacer el mejor show, pero no me estoy sintiendo bien. Odio hacer esto, odio desilusionar a mis fans, las amo con todo mi corazón”. Así se despidió Justin Bieber del escenario de River Plate el domingo por la noche. Quienes no entendían inglés, siguieron gritando, hasta que apareció el custodio de habla hispana y tradujo: “No tiene ánimo, se tiene que ir. Ah, los quiere mucho". El espectáculo por el que algunos pagaron hasta 1.900 pesos había durado sólo 45 minutos. Miles de fanáticos lo abuchearon. Después reclamaron la devolución del dinero de las entradas.
La estrella de sólo 19 años ya había comentado su malestar unas horas antes, en su cuenta de Twitter. “No me siento muy bien. De hecho, estoy bastante enfermo. Argentina, tenemos un show que hacer. Los amo”, escribió pasadas las 14 horas del domingo. “Esto es horrible. #enfermo comida intoxicada”, tuiteó.
El joven se presentó en el escenario dos horas más tarde de lo previsto y tocó la mitad del tiempo. Los días siguientes, padres e hijos indignados desfilaron por los sets de televisión contando lo que habían llegado a gastar: 1.900 pesos por un campo VIP, más por el “meet & greet” que permite sacarse fotos con el ídolo, e incluso los gastos de transporte de las familias que se trasladaron desde otras provincias.
“Si pagaron un precio por dos horas de recital y tocó la mitad, no se cumplió con la expectativa. Hay un incumplimiento del contrato”, explicó a Infojus Noticias la abogada Nélida Graciela Vázquez, profesora de la materia Derechos del Consumidor en la UBA. “Si el espectáculo no se da completo, me tienen que reintegrar, ya sea el 100 o el 50 por ciento, lo que corresponda”, detalló Vázquez, Según la abogada, hay una vulneración del “derecho de confianza” en la empresa ofertante, y la misma deberá hacerse cargo por un recital que no se dio entero. “Habría que ver la entrada, pero si en ella dijera que la empresa no se hace cargo, igual estaríamos ante una cláusula abusiva en los términos de la Ley de Defensa al Consumidor”, analizó Vázquez.
En las oficinas de Defensa al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires se pronuncian en el mismo sentido. Por e-mail, recomiendan denunciar a la productora por “haber inobservado” el artículo 10 bis de la Ley Nº 24.240 de Defensa al Consumidor sobre “incumplimiento de la obligación”. Según esa ley, las opciones que tiene el consumidor son “exigir el cumplimiento”, “aceptar otro producto o prestación equivalente” o “rescindir el contrato” (exigir el dinero de vuelta). “Todo ello -dice la ley- sin perjuicio de las acciones de daños y perjuicios que correspondan”.
En la jurisprudencia argentina existen precedentes comparables con el conflicto de Bieber. Uno de ellos es el fallo "Bastianelli c/ Ticketek", de febrero de este año, que también involucra a una mega estrella del pop. En esa oportunidad, la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Córdoba condenó a la empresa Ticketeck y otras a indemnizar a los consumidores por un recital de Madonna que debió ser reprogramado. La empresa había devuelto el dinero de las entradas, pero la Justicia consideró que correspondía una “indemnización por daño moral” a las personas que se habían trasladado hasta Buenos Aires para ver el show en una fecha particular y por los trastornos sufridos para recuperar el dinero.
Luego de la suspensión del recital de Bieber, corrieron rumores de que la productora iba a reprogramar el recital, lo que calmó el ánimo de los fanáticos. Siguiendo el precedente del fallo Bastianelli, y teniendo en cuenta que el recital de Madonna había sido enteramente reprogramado, podría haber lugar para indemnizaciones de tipo moral. Similar es el fallo contra el local “La Nueva Bailanta” y al Club Atlético Alumni por un recital de la banda de cumbia “Ráfaga”, que fue suspendido luego de cuatro horas y media de espera. La sentencia es de 2007, cuando la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Mercedes votó a favor del resarcimiento por “daño moral”.
“Todavía no tenemos un comunicado oficial, estamos ofreciendo un mail de contacto”, responden en las oficinas de la productora Fénix Entertainment Group que organizó el evento. “Están negociando los abogados de ambas partes: los nuestros y los de Justin Bieber. Pero es todo súper confidencial”, explican. Todo permite suponer que la casilla de correos de fénix@fenix.com.ar será desbordada por las 40.000 personas que asistieron a River el domingo.
La gira de Bieber por Latinoamérica viene accidentada y deja una estela de conflictos legales detrás suyo. En Brasil, el joven tuvo un problema por pintar grafittis callejeros. En nuestro país, su custodio Hugo Alcides Hesny, el mismo que tradujo sus disculpas en el escenario, golpeó a un fotógrafo que quiso retratar a Bieber en la calle. Fue denunciado por lesiones leves. El cantante debió ser trasladado del hotel Faena donde se encontraba por el alboroto que hacían sus fanáticas en la calle.