El ministro de Economía, Axel Kicillof, destacó desde China la decisión de la ONU de avanzar sobre la creación de un marco jurídico internacional para proteger las reestructuraciones de deuda soberana. Argentina llevó su propuesta ante el foro global, y apunta a lograr "algo que tendrá dimensión histórica".
La Argentina presentó ayer en la ONU su propuesta para establecer un marco jurídico multilateral para proteger los procesos de reestructuración de deudas soberanas. El ministro de Economía, Axel Kicillof, destacó que además de ser una propuesta argentina, “tiene como hecho especial que obtuvo el inmediato eco del G77 y el apoyo de China, que se refleja en este gran avance internacional”. El funcionario calificó como un “cambio histórico” la decisión del organismo internacional de avanzar en la creación de este posible instrumento internacional.
Kicillof celebró que Argentina “está a nivel de proponer reglas en el debate para definir cómo será en adelante este proceso de reestructuración”. Como parte de la comitiva presidencial, el ministro anticipó desde China que “si bien tenemos en claro que habrá países en contra de esta lucha y que defenderán sus intereses financieros, estamos buscando obtener algo que tendrá dimensión histórica”.
La propuesta que Argentina presentó en el foro internacional plantea la creación de un Mecanismo de Reestructuración de Deuda Soberana y la constitución de una Comisión de Supervisión integrada por tres Estados que participarían de forma voluntaria. La Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo continuará sus reuniones hoy y mañana, para cerrar un proyecto final que se pueda implementar a nivel global. Argentina propone que las reestructuraciones de deuda puedan ser “previsibles” y quedar protegidas de cualquier ataque de parte de fondos buitre.
“La falta de un adecuado marco legal multilateral para procesos de reestructuración de deuda en el sistema financiero internacional permitió que un pequeño grupo de fondos altamente especulativos y litigiosos tramaran estrategias abusivas, al bloquear esfuerzos legítimos de los Estados soberanos para encontrar soluciones eficientes, equitativas y legales a sus crisis de deudas”, detalla la propuesta argentina.
El “caso argentino” tiene dos aristas que son analizadas a nivel internacional: la reestructuración lograda mediante los canjes de 2005 y 2010 incluyó una fuerte quita de capital y tuvo gran aceptación de parte de los acreedores, pero también fue condicionada por el reclamo judicial de los fondos buitre, avalado por el juez neoyorkino Thomas Griesa y los tribunales superiores de Estados Unidos.
“A nivel Naciones Unidas hay convenciones en cuestiones humanitarias, ambientales y relacionadas a la guerra, pero había un punto que había pasado por alto en el concierto de naciones respecto a que cuando los países sufren un default o tienen algún problema financiero grave, no pueden reestructurar su deuda en un marco legal establecido", dijo Kicillof a Télam. Y recordó que hasta ahora “los países quedaban a la buena de los mercados”, lo que permitía que sucedieran situaciones como la de Argentina en los tribunales estadounidenses.
El ministro se refirió también a la situación económica de Grecia, y dijo que “en medio de todas sus transformaciones ya sufre movimientos de fondos buitre para acechar a su economía”. Afirmó que el caso argentino “es un tema de preocupación internacional, al descubrir que ahbía un hueco o vacío jurídico respecto a las reestructuraciones de deudas soberanas”.