Diversas agrupaciones barriales se concentraron en el Puente Viejo de La Boca, símbolo histórico del barrio, y marcharon hacia Casa Amarilla, donde hay a medio construir 400 casas. La protesta contra la administración macrista se centró en el pedido de un techo propio.
Unos 300 vecinos de La Boca marcharon hoy en reclamo de una vivienda digna. Diversas agrupaciones barriales se concentraron en el Puente Viejo de La Boca, símbolo histórico del barrio, y marcharon hacia Casa Amarilla, donde se encuentran a medio construir 438 viviendas. El reclamo contra el gobierno de Mauricio Macri se centró en el pedido de un techo propio, en un barrio con un histórico déficit habitacional como es La Boca.
A las 17, las personas se agolparon junto al Riachuelo, en Pedro de Mendoza y Almirante Brown. La variedad de banderas daba cuenta de la cantidad de agrupaciones: la Agrupación No Matarás, la Asociación Roberto Minutti, la Cooperativa Solidaria Suárez y la Agrupación Los Pibes, entre otras, dijeron presente.
Es la tercera manifestación de este tipo en el barrio, y se la llama “Encuentro ecuménico” por los discursos de curas barriales del sur de la ciudad, que se pronuncian sobre el final. Entre los asistentes, la mayoría eran habitantes de conventillos. Reclamaron varios puntos: la suspensión urgente de los desalojos, la aplicación de una ley de alquileres inclusiva, el cumplimiento del artículo 31 de la Constitución de la ciudad que garantiza el derecho a una vivienda digna.
También pidieron la inmediata reformulación de los programas de Emergencia Habitacional, la urgente incorporación de las familias en situación de calle producto de incendios y desalojos, el cumplimiento de las leyes de vivienda adecuada y de gestión integral del hábitat y la declaración urgente de la emergencia habitacional en La Boca.
Se sumó además la exigencia de la adjudicación a los vecinos de las viviendas semi construidas al lado del predio Casa Amarilla, perteneciente al club Boca Juniors, tal como reveló hoy Infojus Noticias.
El conflicto sobre las viviendas de Casa Amarilla se da en un contexto de déficit habitacional histórico en el sur de la ciudad. Detrás de cada puerta callejera del barrio de La Boca hay entre 15 y 20 familias viviendo. Con un baño para compartir, muchas veces sin agua, cada una paga entre 1500 y 1800 pesos de alquiler. La especulación inmobiliaria producto del reacondicionamiento de la avenida Almirante Brown y la presencia de la Prefectura hacen subir aún más los alquileres.
Accidentes e incendios en este tipo de viviendas son comunes, y según varios vecinos, los bomberos se limitan a rescatar a la gente dejando arder las casas de madera centenaria.
En este contexto, la oscuridad en la adjudicación de las viviendas de Casa Amarilla es percibida como un insulto por todos los habitantes de La Boca sin una vivienda digna.