Claudio Pontet fue nombrado juez subrogante. Hasta hace un año y medio aproximadamente se desempeñó como asesor letrado de la comuna. El magistrado que llevaba la causa se había apartado, después de una serie de maniobras de la familia judicial para proteger al director del diario.
La Cámara Federal de Apelaciones de Bahía Blanca designó a un abogado de la matrícula local, quien fuera asesor letrado de la municipalidad, como juez subrogante para llevar adelante la causa por la cual el director del diario La Nueva Provincia, Vicente Massot, es investigado por delitos de lesa humanidad. Fuentes judiciales señalaron a Télam que "se trata del abogado Claudio Pontet, quien tras un sorteo fue designado por la Cámara Federal para actuar como juez subrogante en la causa Massot". Hasta hace un año y medio aproximadamente se desempeñó como asesor letrado de la comuna.
Pontet ocupará el cargo de juez subrogante, en reemplazo de Alvaro Coleffi, quien estaba a cargo de la causa Massot y el jueves decidió apartarse. Fue después de un pedido de recusación, solicitado por la defensa del empresario periodístico, a partir de una queja del secretario de Derechos Humanos, Mario Fernández Moreno. Coleffi decidió apartarse de la causa luego de que una queja de "violencia moral" que había sido presentada por Fernández Moreno y que fuera tomada por la defensa de Massot para pedir la recusación.
Pontet dijo a Télam que "ya se efectuó una notificación a las partes y está en trámite la recusación del secretario". Sobre la causa Massot, dijo que "no hay un plazo estimado" en referencia a la resolución pero que "la idea es ser lo más rápido posible".
Massot está acusado por la Unidad Fiscal de Derechos Humanos a cargo de José Nebbia y Miguel Angel Palazzani de integrar "junto con los mandos militares, una asociación ilícita con el objetivo criminal de eliminar un grupo nacional", para lo cual habría contribuido desde el multimedio actuando "de acuerdo a las normativas y directivas castrenses y en cumplimiento de tales" órdenes. El empresario fue imputado como coautor del homicidio de los obreros gráficos Enrique Heinrich y Miguel Ángel Loyola, "instigando, determinando, prestando aportes indispensables para su concreción material y encubriendo a sus autores inmediatos".