El juez Federal de Tucumán, Fernando Poviña, ordenó el traslado después de que la Justicia comprobara que seguía manejando los "negocios" desde el sanatorio donde permanecía detenido y con custodia. Ale está imputado por lavado de dinero, entre otros delitos. Susana Trimarco lo señaló como uno de los responsables del secuestro de su hija, Marita Verón.
Rubén "La Chancha" Ale, a quien Susana Trimarco vinculó con el secuestro de su hija Marita Verón, fue trasladado anoche desde el sanatorio de Tucumán donde cumplía prisión preventiva a Buenos Aires, para ser alojado en el penal federal de Ezeiza. Detenido desde diciembre del 2013, estaba acusado de lavar dinero de una red de trata, Pero la Justicia Federal comprobó que desde ahí seguía manejando los negocios ilícitos.
La Justicia federal tucumana había dispuesto la detención de Ale en diciembre del año pasado. Pero él nunca cumplió prisión en forma efectiva porque por su estado de salud estuvo internado. Permaneció bajo control médico y con custodia de personal de Gendarmería. Ayer, una junta médica evaluó el riesgo clínico que podía llegar a tener el viaje hacia la capital del país y autorizó el traslado. Por la tarde, la policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) buscó a Ale del Hospital Avellaneda, de San Miguel de Tucumán, donde estaba y lo llevó al aeropuerto "Benjamín Matienzo", desde donde viajó a Buenos Aires. La medida fue dispuesta por el juez Federal Fernando Poviña, que investiga a Ale por haber comandado una “asociación ilícita” que se dedicó al lavado de dinero.
Manejaba los "negocios" desde el sanatorio
Detenido preventivamente, tras prestar declaración indagatoria para evitar el traslado a una cárcel común, "La Chancha" adujo problemas cardíacos, obesidad mórbida y mal de Parkinson, entre otras complicaciones. Una investigación de la Justicia Federal constató que desde el sanatorio Moreno, donde estuvo internado, siguió atendiendo sus negocios, por teléfono y recibiendo visitas de sus colaboradores más cercanos. Estas violaciones a los términos del arresto domiciliario motivaron la decisión de Poviña de ordenar que sea trasladado a Buenos Aires para continuar con su detención.
En la misma causa, el martes Poviña dispuso el procesamiento de otros siete integrantes del clan Ale, entre quienes figura Ángel "El Mono" Ale, su hermano. Poviña consideró que, a partir de los testimonios recogidos durante la investigación, "emergieron serios indicios que confirmarían que Adolfo Ángel Ale coejerce junto a su hermano Rubén Eduardo Ale, el mando de la asociación".
"Estaríamos ante un numeroso grupo de sujetos, con una organización estable y planes criminales diversificados, cuyo origen data al menos del año 2002 y que continuarían ejecutándose en la actualidad", sostuvo Poviña en el fallo que ordena el procesamiento y la prisión preventiva de los hermanos Ale y de otros integrantes del clan, quienes fueron alojados en el penal de Villa Urquiza, en la capital tucumana.
La ruta del dinero
Basada en el expediente por el secuestro de Marita Verón -por el que 10 personas fueron condenadas por obligarla a prostituirse- en esta nueva investigación la justicia federal busca dar con la pata económica de la red de trata que operó, por lo menos desde 2002, trasladando mujeres entre Tucumán y La Rioja, para explotarlas sexualmente. “Con interconexiones además en Córdoba, el conurbano, Olavarría, La Pampa, Misiones y los prostíbulos conocidos como Las Casitas en Río Gallegos”, señalaron a Infojus Noticias fuentes que conocen la investigación.
El fiscal general Carlos Gonella, titular de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), impulsó la investigación que derivó en la detención de los integrantes del Clan. Las primeras indagaciones de la fiscalía le permitieron determinar que el capital inicial de la banda habría provenido de “la explotación sexual de mujeres víctimas de trata”, posteriormente “diversificado por el grupo al alcanzar visibilidad pública el caso Marita Verón”.
Para esto el clan de Alé y Rivero se habría valido además de la remisería Cinco Estrellas, de las sociedades “Points Limits SRL”, “Transportadora Leonel SRL” y “Gerenciadora Deportiva del NOA”, para el “lavado de activos de origen ilícito”. “La sospecha nuestra es que eso se compró todo con plata proveniente del delito. Estamos hablando, hasta ahora, de unos seis millones y medio de pesos”, precisó entonces Gonella.
En este expediente, producto de 15 allanamientos que se hicieron en el mes de marzo, se secuestraron y embargaron con fines de decomiso, 60 armas de distinto calibre, 200.000 euros, más de 150 automóviles, 12 cuentas bancarias, más de 30 inmuebles, camiones y acoplados, y se clausuraron cajas de seguridad en bancos.
La indagatoria de Ale
Ex presidente del Club San Martín de Tucumán, en los años 80 Rubén Ale fue señalado como uno de los jefes de la barrabrava que disputó el manejo del territorio con Los Gardelitos, con muertos de por medio pero sin condena. En tribunales los expedientes lo involucran en amenazas, lesiones en banda, asociación ilícita e intentos de homicidio.
En la investigación por lavado, el año pasado, fue el primero en sentarse frente al juez. Se presentó como remisero y titular desde 1995 de Cinco Estrellas, la flota de remises que se sospecha usó para para trasladar a las mujeres que eran captadas y obligadas a ejercer la prostitución. Además, hay indicios de que funcionaría como “una pantalla adecuada para ingresar al circuito legal dinero proveniente de la actividad criminal”. Ale reconoció que la empresa le pertenece. Y que la transfirió a nombre de su hijo Ángel Adolfo Ale y su actual pareja, María Florencia Cuño.
Cuando le preguntaron por los “elementos” relacionados con la causa en la que se investigó el secuestro de Marita que se encontraron en la remiseria (durante las allanamientos realizados en el mes de marzo) apeló a la falta de memoria. “Dijo que no recordaba cómo habían llegado allí, y después agregó que quizás fue Rivero -su ex pareja- quien los llevó”, contaron fuentes judiciales.
A Ale se le imputa el presunto lavado de activos y comandar, junto con su hermano Ángel "El Mono" Ale, una organización delictiva que también estaría involucrada con el narcotráfico y otros delitos graves.
"La mafia de los Ale está metida en la desaparición de Marita", afirmó en su momento Susana Trimarco, quien siempre sostuvo que los hermanos fueron protegidos desde la Casa de Gobierno por "el ex gobernador Julio Miranda".