Infojus Noticias

El atentado a la sede del semanario satírico Charlie Hebdo, donde murieron 12 personas, despertó el repudio de la sociedad en general y de periodistas e ilustradores de todo el mundo, en particular. Cuando en 2012 la misma revista sufrió un atentado tras publicar una ilustración de Mahoma, la revista Barcelona publicó una portada con otra imagen del referente islámico. Infojus Noticias habló con Eduardo Blanco, cofundador de la publicación, sobre lo que sucedió hoy en París. “Me parece una locura, es difícil hablar de un tema que es absolutamente irracional. Todo lo que se pueda decir sobre esto queda muy acotado, porque es sorprendente e incalificable”, dijo Blanco.

Las imágenes que transmite la televisión muestran el horror en pleno centro de París. Encontrarle una explicación es imposible. “Estamos hablando de personas que están fuera de lo racional, dentro de una irracionalidad total”, agregó Blanco.

Consultado acerca de si el ataque puede ser interpretado como una venganza o una amenaza para evitar futuras sátiras o publicaciones, Blanco insistió con la idea de que intentar entender cualquiera de las dos opciones es inviable desde la irracionalidad que marca el ataque, pero que dentro de ese marco podrían ser ambas. Como una venganza en el “sentido de que lo toman como una respuesta a las supuestas injurias que merecerían la muerte” y como una amenaza, “porque sería como una forma de decirle a todos los medios ‘cuidado con la posibilidad de rebelarse frente a un dogma”, agrega.

Barcelona tiene 12 años de trayectoria, en la que lleva publicados 323 números, y recibieron “algunas amenazas”, recordó Blanco como la del padre de una víctima del incendio de Cromañón, por una tapa que publicaron sobre el tema. “Llamó y dijo que iba a incendiar la redacción”, agregó. Durante este tiempo también recibieron cartas documentos como las que supo enviarle la defensora mediática de la última dictadura cívico-militar, Cecilia Pando.

Los límites del humor:

Para Blanco no tiene que haber límites para el humor. “La libertad de opinión, de decir, es fundamental. Es el modo en que se da discusión. Es la forma en que una cultura avanza”. Y agrega que, cuando hay límites a las opiniones o a las formas de decir, estas se transforman en “bombas de tiempo”, porque “por algún lado eso tiene que salir”, detalla.

Después del atentado que sufrió Charlie Hebdo en 2012, Barcelona respondió con una tapa con la leyenda: “Ahora dicen que Mahoma era judío” acompañado por una imagen del profeta islámico con la estrella de David en un turbante. “Fue como una forma de plantear que hay que seguir diciendo estas cosas”, explicó Blanco, que junto a su equipo de trabajo evalúan con qué tapa saldrán ahora y que estará vinculado al tema.

“La idea siempre es provocar. Lo que siempre nos planteamos es ‘¿Qué estamos diciendo?’ y si hay una polémica”, detalla. Para ejemplificarlo, Blanco buscó un ejemplo reciente de Barcelona. El de una tapa con la imagen del Papa Francisco con los ojos y labios pintados y un par de aros, bajo el título: ¡Putazo! “No es que fue una estudiantina. Hay un argumento atrás. Porque el tema es ‘¿hasta dónde es real que la iglesia se abre a los gays cuándo hay archivos de la propia iglesia y decenas de pruebas de que esto no es así y que siguen discriminando a los homosexuales?”, agregó.  

“Por eso siempre es importante provocar y generar un debate. Intentarlo y ver qué sucede. A veces no pasa nada. A veces hay que insistir. Pero está bien dar batalla. Esto deja de lado la locura del atentado o el asesinato que, insisto, es muy difícil de entender desde la racionalidad”, concluyó.